Sin resultados concretos concluye la cuarta jornada de búsqueda del avión extraviado con cinco ocupantes, cuando regresaba de Isla Mocha a Tirúa, en la provincia de Arauco. Psicólogos de la Cruz Roja acompañan a los familiares.

Si bien aún no hay plazos para el término de la búsqueda de estas personas, hay preocupación por el paso de las horas, sin que aparezca alguna huella que conduzca al paradero de la aeronave.

El intendente del Bío Bío, Víctor Lobos, llegó nuevamente a Tirúa la tarde de este jueves y confirmó que no hay novedades. “En estos momentos hay un contingente de más de 300 personas en tierra haciendo búsqueda y confirmando cualquier rumor o dato. Hasta ahora se han desechado todos”, sentenció.

La autoridad descartó alguna descoordinación entre Carabineros y la FACH, a raíz de la información de lugareños sobre ruidos en una quebrada, que no había llegado a oídos la Fuerza Aérea, institución que encabeza las labores de búsqueda. Más allá de ello, efectivos del GOPE rastrearon esa zona del sector Tranicura y no encontraron rastro alguno.

Por su parte, la Armada continúa su trabajo de barrido con el buque Almirante Merino en un lugar preestablecido por una coordenada aproximada, donde enfoca su trabajo el sonar lateral de dos kilómetros de alcance. Este punto fue definido a partir del intento de llamada que habría realizado Erick Arriagada, seis minutos después de despegar de Isla Mocha la tarde del domingo, según reveló el fiscal de Lebu, Danilo Ramos.

Para Rodrigo Orrego, familiar de dos de los desaparecidos, este dato no es relevante, pues a su juicio no puede existir una sincronización exacta entre el teléfono y la hora de salida de la aeronave. Piden que la búsqueda no se restrinja sólo a esa área.

Respecto al estado de ánimo de los familiares apostados en Tirúa a la espera de alguna novedad, Javier Castillo, psicólogo de la Cruz Roja de nacionalidad colombiana, evaluó a los afectados y constató que hay angustia por no ver novedades.

“Las familias están un poco angustiadas, un poco alteradas, por no saber nada aún, entonces eso permite que sientan desesperación al no saber qué pasa. Estamos generando acciones de intervención en crisis, acompañamiento y contención emocional con las familias”, explicó el profesional.