El presidente de Siria, Bashar al Asad, reiteró en una entrevista televisiva su compromiso de destruir el arsenal químico de su país, mientras las potencias occidentales y Rusia avanzan en una resolución de Naciones Unidas sobre este desarme.

En una entrevista concedida a la cadena venezolana Telesur el miércoles, el presidente sirio dijo que no obstaculizaría el plan de desarme químico anunciado por Estados Unidos y Rusia el 14 de septiembre en Ginebra.

“Siria se compromete generalmente en todas las convenciones que firma. Hemos remitido en los últimos días el inventario (del arsenal químico) a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y, próximamente, los expertos acudirán a Siria para verificar el estado de estas armas”, indicó Asad en esta entrevista realizada en Damasco y difundida íntegramente el jueves por la agencia oficial Sana.

Las declaraciones tienen lugar cuando expertos de la ONU se encuentran en Siria para investigar unos 14 casos de uso de armas químicas durante el conflicto, después de certificar en una anterior misión el uso de gas sarín en un ataque cerca de Damasco el 21 de agosto.

Respecto a la OPAQ, Asad indicó que expertos de esta organización acudirían a Siria próximamente para comprobar el estado de las armas.

“Pero existe siempre la posibilidad de que terroristas (en referencia a las fuerzas rebeldes, NDLR) puedan obstruir el trabajo de los expertos, al impedirles el acceso a ciertos lugares”, añadió el presidente sirio.

Las grandes potencias reunidas en Nueva York avanzaron el miércoles hacia un acuerdo de resolución de Naciones Unidas sobre el desarme químico sirio.

Algunos enviados occidentales apuntaron progresos importantes en “los puntos principales” del texto, que se presentará al Consejo de Seguridad de la ONU.

El proyecto de resolución autorizaría considerar sanciones, en el marco del capítulo VII de la Carta de la ONU, si el presidente Bashar al Asad incumpliera el plan de desarme ruso-estadounidense, dijeron diplomáticos a la AFP.

Sin embargo, representantes rusos negaron cualquier acuerdo sobre posibles sanciones.

Obama reclamó el martes en la ONU una “resolución fuerte” del Consejo de Seguridad sobre Siria, que incluya la mención de “consecuencias” a las que se expone el régimen de Bashar al Asad si no respeta el compromiso de destruir su arsenal químico.

Los países occidentales y Rusia, aliada de Damasco, se oponen a un eventual uso de la fuerza.

Posible ataque

El acuerdo del 14 de septiembre alejó la amenaza de acciones militares occidentales contra el régimen sirio, acusado de ser el responsable del ataque con armas químicas del 21 de agosto cerca de Damasco.

No obstante, Asad nunca ha descartado una intervención armada de Estados Unidos en su país.

“La posibilidad de que Estados Unidos lance un ataque contra Siria siempre estará presente. En un momento, bajo el pretexto de las armas químicas y, en otros momentos, por pretextos diferentes”, aseguró en la entrevista.

En el terreno, la oposición armada quedo dividida, después de que varios comandos rebeldes anunciaran la formación de una nueva alianza con el Frente Al Nosra, vinculado a Al Qaida.

Los 13 grupos rebeldes, que incluyen la mayoría de los batallones, rechazaron cualquier grupo opositor en el exterior, incluyendo el Consejo Nacional Sirio con base en Turquía.

Louay Muqdad, un portavoz del rebelde Ejército Sirio Lire (ESL) dijo a la AFP que la creación de la nueva alianza es “un gesto de desesperación”.

La ruptura pone en desventaja también a la oposición frente al régimen en caso de negociaciones de paz para solucionar el conflicto en Siria, que cuenta con más de 110.000 muertos desde su inicio hace dos años y medio.