Con la victoria de 2 a 0 sobre Cobresal el pasado sábado, Cobreloa alcanzó la espectacular marca de 26 partidos consecutivos sin caídas.

La gran campaña de los loínos se debe al gran trabajo colectivo del equipo que dirige Jorge García, como también de algunos notables rendimientos individuales.

En cuanto a esto último destaca, entre otros, la labor del defensor Sebastián Roco, quien dialogó en exclusiva con Bío Bío Deportes sobre su presente de dulce y agraz, como también de su relación con el éx técnico Marco Antonio Figueroa, quien lo había marginado del plantel.

Y es que pese a que el zaguero pasa por un gran momento futbolístico, la grave enfermedad de su pequeño hijo, quien ya cumplió 45 días hospitalizado en Santiago, lo mantiene estresado. Eso sí, Roco destacó que al menos “se compensa, o uno trata que así sea, que el tema deportivo te saque de esta mala experiencia”.

En el mismo sentido, el defensor agradeció el apoyo de sus compañeros, dirigencia y familias loínas. “Estoy en Santiago hasta los miércoles, entreno jueves y viernes y después juego… mucha gente me ha apoyado en esta situación… es una responsabilidad triple o mucho más de responder a toda la gente el cariño”, sostuvo.

En lo estrictamente deportivo, Roco explicó que “creo que gracias a Dios nos han salido bien la cosas”, añadiendo que “hay que aprovechar este momento y ojalá sigamos prendidos arriba”.

“Los rivales no nos aguantan los ritmos, y eso es mérito del cuerpo técnico y jugadores que estamos a disposición de este trabajo… Nos quedan nueve finales así que queremos seguir ratificando este rendimiento que es lo mas complejo”, añadió el defensor.

Al ser consultado por los factores determinantes de la campaña del actual Cobreloa, Roco sentenció que “la clave es el convencimiento de este plantel. Sin duda que cada jugador está pensando lo mismo, y eso es conseguir algo importante con la institución”.

Finalmente, en lo referido a su relación con su ex técnico Marco Antonio Figueroa, la figura nortina expresó que “el técnico no puede ser más importante que los jugadores… Marco es un muy buen técnico, pero se lo come el personaje y lamentablemente su frontalidad molesta. Un técnico tiene que hablar siempre y aparecer, perdiendo o ganando”.