Nueve personas fueron detenidas este lunes en Francia y en Venezuela en el marco de una investigación llevada a cabo el pasado viernes sobre el decomiso de una tonelada de cocaína en un avión de Air France que llegaba al aeropuerto de París-Roissy procedente de Caracas.

La cocaína pura, interceptada el viernes en el aeropuerto de París-Roissy, se encontraba en unas 30 maletas registradas en Caracas para el vuelo de Air France con destino a París, pero el registro de los equipajes no correspondía a nombres de pasajeros embarcados en el avión.

El decomiso de 1,3 toneladas de cocaína es el más importante realizado nunca en Francia y su valor de reventa se evalúa en unos 200 millones de euros.

No hay ningún francés entre los detenidos, que son esencialmente sudamericanos, agregaron las fuentes, sin dar más detalles. Los sospechosos podrían comparecer ante un juez el martes.

La droga estaba “destinada sin duda al mercado europeo”, según las mismas fuentes, que hablan de la “mafia italiana” como uno de los posibles ejes de ese tráfico.

El ministro francés del Interior, Manuel Valls, afirmó el sábado que “varios miembros de una organización criminal” fueron detenidos en las 24 horas precedentes, pero no precisó el número exacto.

El ministro venezolano de Justicia, Miguel Rodríguez, anunció el domingo que tres militares de su país fueron detenidos en el marco de esta investigación.

“El Servicio Bolivariano de Inteligencia ha procedido a la detención de un primer teniente de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) del Comando Antidrogas y dos sargentos de la GNB (…)”, declaró Rodríguez al canal estatal VTV. “Son las primeras detenciones”, agregó.

Complicidades internas

Según el ministro venezolano, “se presume la complicidad casi evidente de elementos de la misma línea aérea” con las autoridades militares venezolanas. “¿Cómo llega a Francia (el cargamento de cocaína) y lo sacan sin pasar por los controles normales?”, planteó.

El Ministerio Público venezolano designó a un grupo de fiscales para acompañar la investigación y determinar responsabilidades en el caso.

La justicia francesa, por su parte, abrió una investigación por importación y tráfico de estupefacientes en banda organizada y asociación de malhechores.

“Tal decomiso en tales circunstancias es simplemente excepcional”, declaró a la AFP el comandante de policía Mohamed Douhane. “Ahora, la investigación deberá determinar si hubo eventuales complicidades, dentro de la compañía o en los aeropuertos, tanto de partida como de llegada”, agregó.

En efecto, parece imposible que los traficantes, “que demuestran cada vez mas imaginación y profesionalismo”, esperaran que tal cantidad de droga pudiera llegar al aeropuerto y pasar por las cintas transportadoras de equipaje sin llamar la atención, explicó.

La compañía Air France anunció también el domingo que inició una investigación interna sobre el caso.

“La investigación, realizada con la mayor discreción por la policía judicial francesa, no ha permitido todavía comprender la sucesión exacta de los hechos ni la cadena de responsabilidades entre las distintas partes concernidas”, explicó en un comunicado Air France precisando que la compañía “colabora estrechamente con la policía”.

La interceptación de la droga fue posible gracias a una investigación de varias semanas realizada en colaboración con las policías española, británica y holandesa.

Venezuela es considerado un país no productor de drogas por las Naciones Unidas, pero los narcotraficantes utilizan cada vez más su territorio para el tránsito de estupefacientes hacia otros países. En 2012 unas 45 toneladas fueron requisadas en el país, según cifras oficiales.