El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se declaró este domingo “consternado por el ataque terrorista” que tuvo como blanco a la minoría cristiana de Pakistán y que causó la muerte de 78 personas en la ciudad de Peshawar.
Ban “condena este atentado atroz en los más duros términos” y “se declara muy preocupado por los actos de violencia ciega cometidos contra minorías religiosas y étnicas en Pakistán”, señala un comunicado de la ONU.
El secretario general de Naciones Unidas insta “al gobierno paquistaní a hacer todo lo posible para hallar a los culpables y llevarlos ante la justicia”, agrega el texto.
Ban reafirma igualmente “la solidaridad de la ONU con el gobierno en sus esfuerzos para luchar contra el terrorismo y el extremismo” y le solicita que “continúe tomando medidas para reforzar la tolerancia y las relaciones entre las diversas comunidades religiosas y étnicas del país”.
El ataque, un doble atentado suicida, fue cometido a la entrada de una iglesia y fue el más sangriento llevado a cabo contra la minoría cristiana paquistaní, según las autoridades locales.
Fue perpetrado por dos kamikazes y reivindicado por una fracción del Movimiento de los Talibanes Paquistaníes. El lugar de culto atacado fue la Iglesia de Todos los Santos de Peshawar, la ciudad principal de la provincia de Jaiber Patjunjuá, en el noroeste de Pakistán.