Al menos 11 afganos murieron este viernes en un ataque de insurgentes talibanes contra el consulado de Estados Unidos en Herat, una gran ciudad del oeste de Afganistán cerca de la frontera iraní, indicaron fuentes oficiales estadounidenses y afganas.
Ningún estadounidense resultó muerto o herido durante este ataque, aseguró en rueda de prensa en Washington la portavoz de la diplomacia estadounidense, Marie Harf.
Sin embargo, al menos tres guardias del consulado y un intérprete, todos afganos, murieron, afirmó Harf, actualizando así el anterior balance de las autoridades de la provincia de Herat que hablaba de un muerto y 18 heridos.
También murieron los siete asaltantes que lanzaron el ataque, según las autoridades provinciales.
El consulado estadounidense, en el que viven diplomáticos, fue cerrado hasta nueva orden y el personal será transferido a Kabul, dijo Harf.
El ataque fue realizado por un grupo de siete hombres que hicieron explotar un vehículo cerca del consulado, según explicaron las autoridades afganas y estadounidenses.
Los asaltantes utilizaron enseguida lanzaproyectiles e hicieron explotar un segundo vehículo ante el consulado, destruyendo la muralla exterior, afirmó Harf.
Tras “intercambios de tiros con las fuerzas de seguridad afganas. Todos los asaltantes murieron”, había asegurado antes a AFP el jefe adjunto de la seguridad de la provincia de Herat, Abdul Hameed Hameedi.
Harf celebró que las “medidas de seguridad hayan sido eficaces” en el recinto del consulado. El ataque fue revindicado por un portavoz de los insurgentes talibanes.
Hace poco más de un año, el 11 de septiembre de 2012, el consulado de Estados Unidos en Bengasi (Libia) sufrió un brutal ataque que acabó con la vida de cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador en el país.