La destrucción del arsenal químico sirio por parte de inspectores internacionales es posible pero será un proceso “muy caro, muy largo y muy complicado”, asegura Olivier Lepick, especialista de la Fundación para la Investigación Estratégica, una organización con sede en París.
El plan ruso para controlar y destruir el arsenal químico de Siria “es realizable”, pero “llevará mucho tiempo.
“Será sin duda una tarea de varios años hacer el inventario, ponerlo bajo control y luego desmantelarlo y destruirlo”, declaró el experto en una entrevista dada a la AFP.
“Rusia, que posee 40.000 toneladas de armas químicas, y Estados Unidos, que tiene 30.000 toneladas, empezaron a destruir sus arsenales químicos a fines de los años 1990″, explicó Lepick. Pero ese proceso todavía no ha terminado y los dos países “sólo lo terminarán probablemente a fines de este decenio o a principios del próximo, lo que demuestra la dificultad” de la operación.
Varias razones hacen que el proceso de destrucción de armas químicas lleve tanto tiempo.
“Destruir un arsenal de armas químicas es sumamente complicado”, dado que “esas armas son particularmente peligrosas” y “las substancias que contienen son sumamente tóxicas, lo que exige que se tome un cierto número de precauciones relativas tanto a la seguridad de las personas como a la protección del medio ambiente”.
“Para ello hay que utilizar infraestructuras construidas específicamente en el lugar en el que se encuentran para poder destruirlas”, puesto que “la convención internacional contra las armas químicas obliga a que sean destruidas en el territorio de la nación que las ha fabricado”, precisó Lepick.
Además “Naciones Unidas y la OIC (Organización para la Prohibición de las Armas Químicas) no enviarán a sus inspectores al lugar sin haber podido garantizar previamente y de manera absoluta su seguridad” y, “sin duda hoy esa seguridad no está garantizada” en Siria.
Respecto al costo total que podría tener ese proceso Lepick afirmó que “la destrucción de varios cientos de toneladas de agentes químicos del arsenal sirio costará probablemente varios cientos de millones de dólares”.
“Si Siria se adhiere a la OIC, va a ser necesario destruir esas armas en Siria, y por tanto construir las infraestructuras necesarias y enviar al país inspectores internacionales para que verifiquen que las armas han sido destruidas efectivamente”, recordó. “Hoy por hoy, nadie sabe quién va a pagar los cientos de millones de dólares necesarios para la operación”, concluyó.