Decenas de barcos de pescadores españoles protestaron este domingo en la bahía de Algeciras, en el sur de España, contra la construcción de un arrecife artificial por el territorio británico de Gibraltar, que ha suscitado tensiones entre Madrid y Londres.

En un ambiente tenso por momentos y escoltados por embarcaciones de la Guardia Civil española y de la policía de Gibraltar, 38 barcos de pescadores españoles zarparon por la mañana rumbo al arrecife de hormigón que, según ellos, les impide acceder a uno de los mejores caladeros.

Con el fondo de las tensiones diplomáticas, un portahelicópteros militar británico hizo escala el domingo en un puerto del sur de España con el acuerdo de las autoridades españolas y el lunes, un buque de guerra británico, la fragata HMS Westminster, hará escala en Gibraltar, en el marco de unos ejercicios militares programados desde hace tiempo.

Algunos peatones, que enarbolaban banderas españolas y camisetas en las que se podía leer “Gibraltar español”, animaban a los pescadores, mientas desde territorio británico, 500 manifestantes agitaban banderas del Reino Unido y de Gibraltar.

La flota de pescadores, flanqueada por media docena de navíos españoles, se acercó a los 15 barcos de la policía gibraltareña y a las autoridades británicas que les impidieron concentrarse en los alrededores del arrecife.

Tras pasar una hora en el mar, sin incidentes notables aunque se escucharon algunos insultos, los pescadores españoles regresaron a puerto.

“Solo queremos enviar un mensaje a Gibraltar. Solo queremos poder pescar donde siempre hemos pescado”, explicó Leoncio Fernández, presidente de la Cofradía de Pescadores de la Línea de la Concepción.

Los pescadores de esta ciudad, fronteriza con Gibraltar, y del cercano puerto de Algeciras aseguran que la construcción de este arrecife les perjudica ya que, según ellos, les priva de uno de sus mejores viveros.

Las autoridades de Gibraltar, que no posee flota de pesca comercial, aseguran que el arrecife permitirá que los bancos de peces se regeneren.

La policía de Gibraltar dijo en comunicado que el domingo trabajó “en cooperación” con la Guardia Civil española para garantizar la seguridad.

Gibraltar reiteró en el comunicado que la zona donde ha echado bloques de cemento “solo solía estar frecuentada por un barco” español y que el gobierno de Andalucía no la reconocía como “terreno de pesca”.

Desde finales de julio, se forman regularmente largas filas de espera en la frontera entre España y Gibraltar, que acusa a Madrid de haber multiplicado los controles como represalia.

El gobierno español afirma que los controles son obligatorios ya que Gibraltar, igual que el Reino Unido, no forma parte del espacio Schengen, y que además son necesarios para luchar contra el contrabando.

El primer ministro británico, David Cameron, que considera que estos controles están “políticamente motivados” y son “desproporcionados”, pidió el viernes al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que “envíe una misión de observación de la UE a la frontera entre Gibraltar y España urgentemente”, según un portavoz de Downing Street.

Cedido por España a Gran Bretaña en 1713 por el tratado de Utrecht, Gibraltar es un territorio de 7 km cuadrados con 30.000 habitantes situado en el sur de la península ibérica y es motivo de tensión frecuente entre Londres y Madrid, que reivindica su soberanía.