A días del vencimiento de la fecha para inscribir a los candidatos a consejeros regionales, diputados, senadores y presidentes, los partidos y fuerzas políticas, comienzan a sacar la calculadora para analizar los costos de las campañas.
Es de público conocimiento que muchos millones llegan desde el sector empresarial, mejor dicho de las familias que controlan un alto porcentaje de la actividad económica nacional.
El año 2009 el gasto tope que entregó el Servel fue de $4,292 millones de pesos, los cuales fueron cerrados por créditos bancarios de los aspirantes a La Moneda, sumando, según expresó el organismo regulador, que muchos de los donativos entregados fueron bajo el anonimato y reserva de los partidos y comandos.
Por ello todo indica que el proceso presidencial y parlamentario 2013 será muy distinto al 2009, la gente en la calle y redes sociales, ahora pregunta y quiere saber cuáles son los “negociados” que existen para financiar las campañas.
Nadie cree que estos “aportes” se materialicen sin nadie a cambio, y si así fuera, habría que pedirles a los financistas que ayuden de esa misma forma a las familias más vulnerables del país. Eso sería una verdadera ayuda.