Investigaciones dermatológicas han demostrado que en la piel también se reflejan enfermedades provocadas por el mal funcionamiento de otros órganos vitales.

En este sentido, la Sociedad Chilena de Dermatología y Venerología advirtió que un 20% de las consultas de esa especialidad en el país, no corresponde a enfermedades propias de la piel.

Al respecto, la dermatóloga y miembro de esa entidad, doctora Rosamary Soto, explicó que “existen enfermedades que se declaran a través de la piel y no provienen de un problema dermatológico sino por la falla de otros órganos, siendo inimaginable el diagnóstico para el paciente”.

“He atendido a personas que han llegado con manchas en las uñas que terminan siendo secuelas de un VIH positivo“, explicó Soto.

Así como el virus del Sida podría ser detectado a través de un examen dermatológico las verrugas también son pistas de que algo anda mal.

“Son pequeñas tumoraciones producidas por el virus del papiloma humano (VPH), que estimula un brusco crecimiento de las células de la capa más externa de la piel. Sin embargo, hemos conocido casos de pacientes con insuficiencia renal que terminan desarrollando estas tumoraciones como síntoma”, agregó la facultativa, quien es vocera de la entidad.

Soto complementa su estudio con otras patologías, como el lupus “una enfermedad autoinmune que afecta el tejido conjuntivo. Prácticamente, a la mitad de quienes sufren lupus padecen de una erupción en las mejillas, llamada eritema malar. Otros síntomas también son urticarias, ampollas y pérdida del cabello” añadió.

Para detectar una diabetes también se presentan síntomas en la piel ya que esta “se reseca excesivamente, además de presentarse úlceras o heridas que cicatrizan muy lentamente”.

Por otra parte, existe una gran cantidad de mujeres que sufren el Síndrome de Ovario Poliquístico, el que se manifiesta en la piel a través de un aumento de acné y del engrosamiento de los vellos, además de las manifestaciones de la Resistencia a la Insulina, que también se asocia.

Esta última también tiene demostraciones en la piel, se puede sospechar por la aparición de engrosamiento y oscurecimiento de los pliegues de la piel, en especial dorso, cuello, axilas e ingle, esto acompañado de la aparición de “tetillas” (papilomas) en estos mismos lugares.