La diplomacia estadounidense llamó el jueves a los dirigentes turcos a evitar expresiones “inútiles” después de que el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, vinculara con el terrorismo a algunos manifestantes que participan en las protestas contra su gobierno.

Se trata de la quinta vez en una semana en que el gobierno de Washington reacciona ante la situación en Turquía, país aliado de Estados Unidos, donde miles de personas salen a la calles desde hace siete días para pedir la dimisión de Erdogan.

“Seguimos apoyando a los individuos que se manifiestan pacíficamente y ejercen su libertad de expresión y animamos a los responsables a evitar toda retórica inútil, todo comentario inútil que no contribuye a apaciguar la situación en Turquía”, declaró la portavoz del departamento de Estado, Jen Psaki.

La funcionaria estadounidense fue interrogada sobre las declaraciones de Erdogan en Túnez el jueves, cuando denunció la presencia de “extremistas” en la manifestación, algunos “implicados en el terrorismo”.

El gobierno de Ankara señala al grupo de extrema izquierda DHKP-C (Frente Revolucionario de Liberación del Pueblo), que se atribuyó un atentado el pasado mes de febrero contra la embajada estadounidense.

Esta semana, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, expresó su “preocupación” ante las manifestaciones y la violenta represión policial.

“Turquía sigue siendo un aliado cercano en el seno de la OTAN, un aliado en muchos temas, incluyendo Siria”, insistió Psaki.