Ahora que hay Superintendencia de Educación se podrán fiscalizar las irregularidades denunciadas en contra del Instituto Piaget de Talcahuano. Así lo confirmó el director provincial del ramo, mientras que el diputado Cristián Campos manifestó que se está frente al ejemplo más crudo de la educación.

A pedido de los afectados, autoridades locales y educacionales se trasladaron a los cerros de Talcahuano para explicar las medidas que tomarán tras conocer antecedentes sobre un supuesto fraude por parte del Instituto Piaget.

Recordemos que la dirección del establecimiento los obligaba a firmar dos veces los libros de asistencia y les mentía asegurándoles que obtendrían un certificado que acreditara sus estudios.

Y es que los antecedentes surgieron en 2011 con la presentación de una denuncia que llegó a Contraloría y que incluyó el testimonio de ex funcionarios. Pero no había Superintendencia y por lo tanto nadie fiscalizó, explicó José Fuentealba, director Provincial de Educación.

Para el diputado Cristián Campos y el concejal Gustavo Medel, este hecho refleja de forma brutal cómo actúa el lucro en la educación chilena. Esperarán el resultado del sumario que inició la autoridad educacional y, dependiendo de ello, presentarán una querella.

Las soluciones son insuficientes, sostuvo Camila Rubilar, una de las afectadas. Perdieron sus prácticas, tres años de vida y los sueños de ingresar al mundo laboral.

Los asistentes llamaron a los estudiantes a desvincularse del establecimiento para que este no siga recibiendo los 150 mil pesos mensuales por cada alumno presente en clases.

Además, se supone que todos ellos sufren retardo mental. A diario no irían más de 60 alumnos, pero el Instituto firmaría la asistencia por cerca de 250 personas.