Miles de campesinos se manifestaron el miércoles en la capital de Brasil vestidos con túnicas negras y portando cruces blancas para pedirle a la presidenta Dilma Rousseff que se empeñe en llevar adelante una reforma agraria.

“Presidenta Dilma, son diez años de gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) y no hemos visto la reforma agraria” prometida, denunciaba un gran cartel frente a la Explanada de los Ministerios, la principal avenida donde se ubican los edificios del gobierno, el legislativo y el poder judicial.

“Algunas cosas avanzaron, hay más presupuesto para el campo, pero no la reforma agraria, hay decenas de miles de agricultores a la espera de tierras y medios para cultivarlas, y nuestro país tiene tierras, el gobierno tiene que entregarlas”, dijo a la AFP Alberto Ercilio Broch, presidente de la Contag, la principal entidad de los campesinos del país y organizadora de esta protesta conocida como “Grito de la tierra”.

Según las estadísticas, el 70% de los alimentos consumidos en Brasil son producidos por la agricultura familiar, en cuatro millones de propiedades que representan el 85% de la propiedad rural del país.

Los campesinos también pidieron medidas para combatir la violencia que provocan las disputas por la tierra, principalmente entre latifundistas y campesinos.

“Estamos viviendo en América Latina una reconcentración de la tierra en poder de los latifundios, esto ha agravado la violencia en el campo, el campo pide justicia”, clamaban los manifestantes por altavoz.

“A mí me gusta la presidenta Rousseff, pero tiene que mejorar muchas cosas para el campo y los pequeños agricultores: salud, educación, y la reforma agraria”, dijo Maria Cándida de Lima, llegada desde el estado de Minas Gerais, sureste.