La Agrupación Hijos y Amigos de Chaitén catalogó de impresentable que a cinco años de la erupción del volcán Chaitén aún no se construya una defensa fluvial para evitar los desbordes del Río Blanco.

La alerta fue hecha por Jaime Asmussen, integrante de la Agrupación Hijos y Amigos de Chaitén, quien señaló que el Río Blanco que baja desde la cordillera y desemboca en la capital de la provincia de Palena aún no cuenta con un enrocado en sus últimos metros, algo impresentable considerando que la ciudad enfrentará un quinto invierno tras la erupción del volcán.

Esta preocupación fue ratificada por el jefe comunal, Pedro Vásquez, quien reveló la existencia de estudios hechos por la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP que confirmarían las probabilidades de desborde, por lo que al municipio sólo le queda coordinar planes de contingencia, mientras están a la espera de la ejecución de las obras pendientes

La gobernadora de la provincia de Palena, Clara Lazcano, salió al paso de las críticas y le bajó el perfil a la situación, haciendo un llamado a la calma ya que se monitorea continuamente el caudal del Río Blanco, sin que hasta ahora se observen riesgos.

Las respuestas de la autoridad no dejan satisfecha a la Agrupación Hijos y Amigos de Chaitén, ni tampoco a los mil 500 habitantes que viven en el sector sur de la ciudad, que aún mantienen vivo el recuerdo de la acción destructiva que tuvo el Río Blanco.

Cabe recordar que, a través de las aguas del río bajaron los sedimentos volcánicos que destruyeron la capital provincial de Palena, aún en proceso de reconstrucción.