La “modernidad” es el argumento esgrimido hasta el cansancio para sostener diferentes tipos de proyectos que amenazan con afectar a la población, dañar de manera seria el medio ambiente o arrasar con sitios de importancia histórica.

Los habitantes de Bélice se encuentran en pie de guerra contra una constructora local. En las obras para levantar una nueva carretera en ese país, una retroexcavadora destruyó una pirámide maya con una antigüedad aproximada de 2300 años.

Diversas organizaciones beliceñas afirman que este grave incidente no fue por desconocimiento de la empresa a cargo de las obras que utilizó los escombros para rellenar las rutas, recoge El Mundo.

Jaime Awe, quien dirige el Instituto de Arqueología de Belice, afirmó a la agencia Prensa Latina que los trabajadores sabían que la estructura, ubicada en el complejo Noh Mul, correspondía a una ruina prehispánica. “Simplemente es una insolencia”, añadió Awe.

La añosa construcción, emplazada al interior de una propiedad privada, se encontraba legalmente bajo la protección del Gobierno y, de acuerdo a lo que consigna BBC, se encuentra en proceso la preparación de una arremetida legal contra la constructora.

Una situación parecida, aunque de menor impacto mediático, se dio en Chile debido al paso del Rally Dakar por el desierto de Atacama. Hasta el momento, las querellas y acciones legales para proteger el patrimonio arqueológico en el lugar no han llegado a puerto.

Incluso, en 1981, en el marco de la grabación del video “Alturas de Macchu Picchu” de Los Jaivas, se acusó al equipo de provocar daños en un antiguo muro durante el traslado del piano blanco de Claudio Parra. Uno de los arqueólogos, a viva voz, interpeló a quienes estaban encargados de mover el instrumento: “¡Me están arruinando las ruinas!”.

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