El Gobierno cerró filas para defender al Director del Instituto Nacional de Estadisticas (INE), Francisco Javier Labbé, frente a las críticas por el desarrollo del Censo 2012.

Variados reclamos se han generado a raíz del considerable número de personas que no fueron censadas, como también las dudas metodológicas expresadas por expertos, en relación a la última medición de la población en Chile.

En medio de los emplazamientos, el INE debió salir a reconocer públicamente una importante cantidad de imprecisiones en las cifras entregadas.

Pese a estos antecedentes, el ministro de Economía, Pablo Longueira, aseveró que la entidad ha realizado un muy buen trabajo y que los puntos cuestionados corresponden a situaciones normales.

No obstante, las críticas no sólo se han centrado en el Censo 2012, puesto que también el INE ha sido cuestionado por el diseño de la canasta en base a la cual se calcula la inflación, modelo que los expertos califican de anacrónico.

Al respecto, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, aseguró que el instrumento es permanentemente actualizado.

En medio de las críticas, se conoció que el Gobierno impulsa un proyecto de ley que apunta a modernizar el Instituto Nacional de Estadísticas, dotándolo de mayor autonomía.