Los diputados franceses se aprestan a aprobar este martes el casamiento entre personas del mismo sexo, en medio de movilizaciones callejeras de los adversarios a la idea, quienes reclamaban por un referéndum.

La aprobación de dicho proyecto ya es prácticamente un hecho en el país europeo, dada la confortable mayoría de los socialistas y sus aliados, impulsores de la iniciativa en la Asamblea Nacional (cámara de diputados). De hecho, la oposición de derecha se alineó de manera casi unánime contra este proyecto, contrariamente a lo ocurrido en otros países, donde las bancadas se dividieron.

El voto, previsto hacia las 11:00 horas (de Chile), convertirá a Francia en el 14º país en haber legalizado el casamiento homosexual.

La oposición prometió presentar un recurso ante el Consejo Constitucional para detener esta ley, que también autoriza la adopción por parte de parejas de personas del mismo sexo, aunque el presidente socialista François Hollande, que prometió impulsar las bodas gay durante su campaña, puede promulgarla sin esperar el fallo de ese tribunal.

Los partidarios del proyecto preparan festejos públicos, aunque varias asociaciones de gays lamentan que la ley haya excluido la autorización de “procreación médicamente asistida”.

Sus adversarios tratarán por su lado de hacer nuevas demostraciones de fuerza, poniendo en alerta a la policía, que desplegó numerosos efectivos en barrios de París frecuentados por la comunidad gay.

Algunas protestas de los adversarios a la ley del “casamiento para todos” dieron pie en los últimos meses a desbordes de grupos radicales y a enfrentamientos, al tiempo que se señalaba un incremento de agresiones homófobas.

Cabe recordar que las bodas gay fueron una promesa de campaña de Hollande, que llegó al poder en 2012. Pero el dirigente socialista difícilmente podía anticipar que ese proyecto, que según los sondeos contaba con el respaldo de una mayoría de los franceses, iba a funcionar.