La policía india detuvo a un segundo sospechoso tras el secuestro y la violación de una niña de cinco años en Nueva Delhi, un caso que ha reavivado la polémica sobre el tratamiento que le dan las autoridades a las agresiones sexuales.

Tras las manifestaciones durante el fin de semana en la capital federal india, nuevos mítines estaban programados para denunciar los hechos recurrentes de violencias sexuales en un país ya traumatizado por la muerte de una estudiante en diciembre de 2012, a causa de una violación colectiva en un autobús.

Según los investigadores, la niña fue secuestrada el 5 de abril en un barrio de clase media de Nueva Delhi, y luego violada durante más de 40 horas en una pieza cerrada con llave.

La víctima, cuyo estado era estable, está internada en el mejor hospital público de la capital federal india por las graves heridas internas que le infligió durante su secuestro un vecino de 22 años, empleado de un taller de confección y detenido el sábado.

El sospechoso, Manoj Kumar, sería un inquilino del mismo edificio en donde vive la niña, según la prensa. Tras secuestrar a su víctima el lunes y retenerla durante 40 horas, violándola y torturándola, fue detenido por la policía. Estaba refugiado en la casa de sus suegros en el Estado de Bihar (este).

Un segundo sospechoso fue detenido en la noche en el domicilio de un pariente en Bihar. Según el principal acusado, este amigo -llamado Pradeep Kumar- participó en el secuestro y en la violación de la niña.

Este lunes había manifestaciones frente al hospital donde se encuentra la menor, y frente a la sede de la policía de Nueva Delhi para denunciar la insensibilidad de los investigadores. Algunos reclamaban la renuncia del jefe de la policía.