El crecimiento de China se desaceleró a un 7,7% interanual en el primer trimestre del año, dos décimas menos que en el trimestre anterior, generando inquietudes por la recuperación de la segunda economía mundial, según el informe divulgado el lunes por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).

El dato del cuarto primer trimestre está por debajo de la expectativa promedio de los analistas, de un crecimiento de un 8%, de acuerdo con una consulta llevada a cabo por la AFP en medios económicos.

Varios analistas tenían esperanzas de un afianzamiento del repunte registrado en el cuarto trimestre (+7,9%), tras siete ejercicios seguidos de ralentización, capaz de redinamizar la economía mundial.

Pero los expertos opinaban el lunes que la nueva desaceleración, así como la debilidad de otros índices económicos, mostraban perspectivas menos entusiastas y obligaban a plantearse si las actuales orientaciones podrían dar un nuevo impulso a la potencia asiática.

En 2012, el Producto Interno Bruto (PIB) chino registró un aumento de 7,8%, el más bajo en trece años, y el gobierno tiene para 2013 un objetivo relativamente modesto del 7,5%.

La ONE explicó en un comunicado que “el complicado y volátil entorno económico dentro y fuera de China”, explica el dato trimestral.

“La recuperación ha sido lenta, en particular en algunos países que han aplicado medidas de flexibilización monetaria”, adujo el portavoz de la ONE, Sheng Laiyun.

“Estas medidas han creado más presión en la apreciación de las monedas de los países en desarrollo y hacen más difíciles las exportaciones”, lamentó.

El funcionario se abstuvo de identificar a los países a los que se refería, aunque los bancos centrales de Japón y Estados Unidos han puesto en marcha medidas de flexibilización monetaria para redinamizar sus economías.

Para Wendy Chen, una economista de la firma Nomura Securities, con sede en Shanghai, el dato del cuarto trimestre “es menor que el que esperaba el mercado e indica que la recuperación de la economía real no tiene unas bases sólidas y sigue siendo débil”.

La economista descarta que el banco central chino reduzca los tipos de interés para estimular la economía, debido a que esa medida podría agravar la inflación, una de las grandes preocupaciones del régimen comunista.

El gobierno podría en cambio “tomar medidas por el lado de la política fiscal, tal vez manteniendo la promoción de las inversiones en infraestructuras”, agregó Chen, en declaraciones a la AFP.

La mayoría de las principales bolsas asiáticas operaron el lunes con bajas, atribuidas a los datos del PIB chino, en un contexto de suma prudencia debida a las tensiones en la Península coreana.

La plaza de Tokio cerró con una caída de 1,55% y la de Hong Kong cedió 1,43%.

Otras estadísticas, divulgadas la semana pasada, mostraban ya el debilitamiento de la economía china.

En marzo, la balanza comercial china registró un déficit de 880 millones de dólares, debido principalmente a la caída de la demanda en Estados Unidos y la Unión Europea. La inflación también estuvo por debajo de las expectativas del mercado y demostró la debilidad del mercado interno.

Las inversiones en bienes de capital, un dato clave que mide los gastos del gobierno en infraestructuras, crecieron un 20,9% interanual en el primer trimestre, indicó la ONS. Eso significa que en marzo tuvieron una desaceleración, pues en el periodo enero-febrero habían crecido un 21,2%.