Algunos puntos de esta ley, como la venta en góndolas, la intercambiabilidad de remedios de marca por bioequivalentes, fueron rechazados en la comisión de Salud de la Cámara en dos ocasiones, y repuestos la semana pasada por el Ministerio de Economía en la de Hacienda.

El Gobierno sostiene que esta legislación permitirá terminar con la concentración y colusión de las farmacias, ya que se abriría la venta de remedios a otro tipo de espacios como supermercados, almacenes farmacéuticos y locales comerciales con otro giro.

Además, que mejorará el acceso de la población a los remedios donde actualmente no hay farmacias, aumentando los puntos de venta, lo que consideran ayudará a bajar los precios.

Sin embargo, hay posturas en contra y no pocas. Marco Antonio Núñez es médico, diputado del PPD y miembro de la Comisión de Salud que rechazó el proyecto en dos oportunidades. Para él, el proyecto es una aberración ya que prima el interés económico más que el bienestar de la población.

Un interés económico, que según el presidente del Colegio de Químicos Farmacéuticos, Mauricio Huberman, está relacionado con las grandes cadenas de supermercados y, principalmente, con los grandes laboratorios.

Son estos últimos, según Huberman, los ganadores con esto, ya que aumentarán sus ingresos por el aumento en los puntos de venta.

El presidente del Colegio Médico de Chile, Enrique Paris, se mostró en desacuerdo con la venta libre de remedios en lugares inadecuados, ya que expresa, hay medicamentos con receta y sin ésta, que pueden provocar intoxicaciones e incluso la muerte, algo que como médicos no lo pueden tolerar, dijo.

Luego de ser votado, el proyecto pasará a la sala para su discusión.