La policía canadiense anunció este viernes que reabriría la investigación de un caso de supuesta violación de una adolescente cuyo suicidio desató una fuerte polémica en el país.
La Gendarmería Real de Canadá (GRC, policía federal) explicó en un comunicado que la decisión se tomó tras recibir “nuevas informaciones creíbles”.
Rehtaeh Parsons murió el pasado domingo en Halifax, en Nueva Escocia. Según las acusaciones de su madre, la joven de 17 años se suicidó tras una violación y, sobre todo, de la circulación en internet de una foto de la agresión que se produjo en una noche de borrachera dos años antes y las burlas posteriores de sus compañeros.
“Un equipo de investigación de la División de Pesquisas Criminales, compuesto por miembros de la CRG y de la policía regional de Halifax, estará a cargo de examinar estas nuevas informaciones y su relevancia”, precisaron las autoridades.
Los hackers del grupo Anonymous dijeron el jueves que habían logrado identificar a dos de los cuatro supuestos violadores, y solicitaron a la policía y la justicia de Canadá que hicieran su trabajo.
La GRC señaló, sin embargo, que las nuevas informaciones “no provenían de una fuente en línea”.
Supuestamente, Parsons se emborrachó y cayó desmayada en una fiesta y en ese estado fue violada. Uno de los sospechosos más tarde publicó una foto en internet del incidente.
La policía investigó, pero finalmente no presentó cargos. Parsons entretanto se mudó de ciudad y de escuela pero siguió recibiendo un bombardeo de burlas de compañeros de clase llamándola “puta”.
“Nunca la dejaron en paz. Sus amigos se volvieron contra ella, la gente la acosó, chicos que ella no conocía comenzaron a enviarle mensajes de texto y a través de Facebook pidiéndole tener relaciones sexuales con ellos (…). Simplemente nunca paró”, había declarado su madre, Leah Parsons, a la cadena CBC.