El Consejo de Seguridad de la ONU expresó su profunda preocupación este viernes por el avance de los rebeldes hacia la capital de la República Centroafricana, y dijo que quienes sean acusados de ejecuciones y violaciones será “responsabilizados” por sus acciones.
En un comunicado publicado después de una reunión de urgencia convocada por Francia, el Consejo de Seguridad “expresó su profunda preocupación con respecto a las informaciones sobre el avance de grupos armados hacia la ciudad de Bangui, y con ello sobre sus consecuencias humanitarias”.
Sin embargo, el organismo se abstuvo de mencionar alguna acción contra los rebeldes de la coalición Seleka, de quienes se presume tienen el control de cerca de tres cuartas partes de la República Centroafricana.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también pidió a los rebeldes “detener inmediatamente su ofensiva militar” y que todas las partes del país adhieren al acuerdo de paz del pasado 11 de enero, alcanzado en Libreville, dijo su portavoz, Martin Nesirky.
“El secretario general reitera su firme convicción de que el recurso a la violencia y los medios militares sólo conducirán a más sufrimiento e inestabilidad”, agregó el portavoz.
Funcionarios de la ONU han advertido que las ejecuciones sumarias generalizadas y los abusos de los derechos humanos han sido cometidos ha medida que las tensiones aumentan en el país, donde los rebeldes enfrentan gobierno del presidente, Francois Bozize.
La coalición rebelde Seleka y el ejército centroafricano se enfrentaron también el viernes en la importante ciudad de Bosangoa, en el este de la República Centroafricana (250 km de Bangui), afirmó una fuente militar centroafricana.
El domingo la rebelión dio 72 horas al gobierno para cumplir los acuerdos. Desde entonces, los rebeldes retienen en Sibut a cinco ministros surgidos de la rebelión y miembros del gobierno de unión nacional formado tras los acuerdos de Libreville.