El presidente chino, Xi Jinping, se comprometió este domingo a luchar por “un gran renacimiento de la nación china”, en su primer discurso como jefe de Estado, ante los delegados de la Asamblea Nacional Popular (parlamento).
Vamos “a seguir luchando por la causa del socialismo con las características chinas y por realizar el sueño de un gran renacimiento de la nación china”, dijo el alto dirigente de la segunda potencia mundial.
“Todos los soldados y oficiales del Ejército Popular y la Policía Militar chinos, guiados por el Partido, deben ser capaces de ganar batallas, tener el objetivo de un ejército fuerte y disciplinado”, subrayó el número uno del Partido Comunista de China (PCC).
En momentos en que las relaciones entre Pekín y Tokio son muy tensas debido a una disputa por la soberanía de unos islotes del Mar de China Oriental, el ejército debe “mejorar su capacidad para cumplir sus misiones, defender con valor la soberanía y la seguridad nacionales, así como los intereses al servicio del desarrollo del país”, agregó.
“Para hacer realidad el sueño chino, es necesario promover la mentalidad china. Es decir, el espíritu nacional centrado en el patriotismo, la reforma y la innovación”, manifestó.
Xi Jinping, de 59 años, habló en la jornada de clausura de la convocación anual del Parlamento, que permitió completar una transición en el poder prevista desde haces años en el país más poblado del mundo.
Durante esta sesión, Xi, como se esperaba, fue elegido para presidir la República Popular China, en tanto que el número dos del PCC, Li Keqiang, fue designado como jefe de gobierno.
La segunda economía mundial se halla por lo tanto, ahora, dirigida por nuevo equipo que debe gobernar en los próximos diez años.
Inmediatamente después del discurso de Xi Jinping, Li, de 57 años, dio su primera conferencia de prensa, un ejercicio anual de todo primer ministro chino.