Las intensas lluvias caídas en los últimos días en la región central de Bolivia dejaron al menos 4.000 familias damnificadas, con lo que el balance de afectados por temporales desde octubre de 2012 se elevó a 22.000 familias, reportó el jueves la oficina de Defensa Civil.

La crecida de los ríos en el trópico de Cochabamba (centro) afectó en diverso grado “en Villa Tunari a 1.327 familias, en Chimoré otras 1.300 y en Puerto Villarroel unas 1.500″, informó Víctor Grájeda, responsable de la unidad de gestión de riesgos de esa región.

Con estos nuevos afectados el balance nacional de familias damnificadas por las lluvias, desde octubre pasado, trepó a 22.000, mientras que la cifra de muertos se mantuvo en 23, declaró el viceministro de Defensa Civil, Oscar Cabrera.

Los fuertes aguaceros anegaron además una extensa región agrícola cocalera en el trópico de Cochabamba, aunque todavía no se han cuantificado los daños, dijo Tatiana Sanabria, responsable de la oficina de medioambiente de la gobernación de esa región.

Los lugareños dijeron a radios locales que los cultivos de banano resultaron seriamente dañados por las aguas.

Aunque no produjo víctimas ni daños, una intensa lluvia de ocho horas inundó barrios periféricos y el centro de Santa Cruz (este), informó la oficina de Meteorología.

Sin embargo, la oficina de Defensa Civil está tomando recaudos porque la crecida de los ríos comenzó a amenazar a la región de Beni (noreste), dijo Cabrera.

“Todas las aguas de la parte alta del trópico de Cochabamba se están juntando hacia el río Mamoré”, alertó Cabrera, al diario La Razón.

Según las previsiones de la oficina de Meteorología la época de lluvias se extenderá hasta fines de marzo.