Dejar de fumar reduce seriamente el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares a pesar de la ganancia de peso que supone, según un estudio publicado este martes en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).
Los personas no diabéticas que participaron en el estudio y que dejaron de fumar redujeron en un 53% el riesgo de sufrir un episodio cardíaco o un accidente cardiovascular cerebral en relación a los fumadores, incluso si ganaron peso, indicaron los autores de esta investigación realizada por la Universidad de Lausana en Suiza.
En la investigación, realizada a 3.251 personas de 1984 a 2011, aquellos que dejaron de fumar ganaron entre 2,7 y 3,5 kilos de media.
Los estudiosos detectaron una disminución del riesgo cardiovascular en los diabéticos, pero que no resultó significativa. Para las personas que sufren esta condición una ganancia de peso puede tener consecuencias nefastas, especialmente entre aquellos que no controlan bien la enfermedad, lo que supone un riesgo mayor de mortalidad.
El tabaco es la principal causa de muerte evitable en Estados Unidos y un riesgo mayor en las enfermedades cardiovasculares, recuerdan los investigadores.
Dejar de fumar reduce netamente ese riesgo pero supone una ganancia de peso que es la principal preocupación de los fumadores, afirman, apuntando a que el exceso de peso es también un factor de riesgo cardíaco.
En Estados Unidos aquellos que dejan de fumar ganan entre tres y seis kilos de peso en los primeros seis meses. Este exceso de peso persiste durante un tiempo.