Esta semana los camioneros anunciarán un alza en sus servicios de fletes, a causa de las constantes alzas de combustibles. Por ello, llaman al Gobierno a tomar medidas más serias frente a un, a su juicio, fallido Sistema de Protección al Contribuyente del Impuesto Específico a los Combustibles, SIPCO.
Un verano complicado. Esa es la calificación de este período dada por los diversos dirigentes del rubro del transporte por las alzas en los combustibles, que debieran subir nuevamente el próximo jueves un promedio de $15 por litro en las gasolinas. En tanto, el diésel sufriría un alza de $12, de acuerdo a Econsult.
Los bolsillos de estos trabajadores apuntan hacia el Sistema de Protección al Contribuyente del Impuesto Específico a los Combustibles, SIPCO, que entró en vigencia en 2012 con la promesa de aliviar esta carga.
Y con la promesa quedaron, afirmó Vicente Faúndez, presidente de la Agrupación de Automovilistas Unidos de Chile, quien asegura que ya es hora de concentrarse en medidas reales y justas para todos los conductores, lo que correspondería a revisar el impuesto específico.
El presidente de la Confederación Nacional de Taxis Colectivos, Héctor Sandoval, fue un paso más allá al establecer que no está seguro de la seriedad con la que el Gobierno está tomando estas alzas. Incluso, se toma la libertad de darle un nuevo nombre a la que es, a su juicio, una fallida medida de protección al contribuyente.
La presión es tal, de acuerdo a Juan Araya, presidente de la Confederación Nacional de Dueños de Camiones de Chile, que la próxima semana anunciarán un alza en los precios de los fletes, como una forma de enfrentar la tendencia que han mostrado los combustibles.
Incluso Araya se atreve a proyectar que si esto continúa su curso, los combustibles podrían llegar a superar los $900. Asegura, además, que si el dólar estuviera más alto, la situación llegaría a ser derechamente insostenible.