Miles de personas pidieron al presidente Barack Obama que intensifique la disputa diplomática que llevó a Moscú a aprobar una ley que prohíbe a los estadounidenses la adopción de niños rusos.

Dos peticiones en el sitio web de la Casa Blanca demandan a Estados Unidos que sancione a los legisladores que aprobaron el viernes la ley en la cámara baja del parlamento ruso (Duma) que, según uno de los documentos, “pone en peligro la vida y el bienestar de miles de huérfanos rusos”.

Moscú ve esta prohibición de las adopciones como una represalia a la ley estadounidense “Magnitski”, que permite la incautación de bienes de los funcionarios rusos implicados en la muerte de un abogado de ese país en 2009. De acuerdo a la ley, estos funcionarios tampoco podrían entrar en Estados Unidos.

Más de 40 mil 000 personas firmaron una de las peticiones, diciendo que están “indignados” por la decisión de Rusia.

Los legisladores rusos “violaron todos los límites imaginables de la humanidad, la responsabilidad o el sentido común y eligieron poner en peligro la vida y el bienestar de miles de huérfanos rusos, algunos de los cuales, los enfermos y los discapacitados, puede que ahora no tengan la posibilidad de sobrevivir”, sostiene la petición.

Una segunda petición, firmada por más de 5.000 personas, pide que la ley “Magnitski” “sea extendida a los partidarios de esta ley en (la) Duma rusa”. La Casa Blanca dijo que habría una respuesta oficial si la petición alcanza las 25.000 firmas en 30 días.

Se espera que el miércoles el Consejo de la Federación de Rusia apruebe la ley y la pase al presidente Vladimir Putin para su promulgación. Sin embargo, el vicepresidente de la Duma, Sergei Zheleznya, insinuó que las medidas podrían ser suavizadas.

“En el año que llevará que el acuerdo bilateral (de adopción) sea dado de baja, los estadounidenses deberían, si desean mantenerlo, darnos garantías de un acceso sin trabas a los niños adoptados y la posibilidad de defender sus derechos”, dijo, según Interfax.