Leonardo Portus lleva más de 10 años haciendo retablos, maquetas, utilizando fotografía y lo que tenga a mano para mirar, observar, estudiar e indagar la ciudad.

Varias ciudades de nuestro país poseen vestigios arquitectónicos modernistas, valiosas expresiones que se interrumpen en los 70. Muchos lucen hoy un aspecto desgastado y decadente, casi retrofuturista. Copas de agua, revestimientos cerámicos, rampas, etc. son fantasmagóricos signos de un capitulo suspendido.

En Chile hasta comienzos de la década del 70, se vive en la arquitectura la consolidación de la utopía modernista, organismos estatales como CORVI y CORMU buscan una respuesta a la vivienda social para sectores de escasos recursos y medios. Se buscó integrar arte y arquitectura, sinceridad y expresividad de materiales tradicionales como el hormigón, y nuevos como el acrílico, aluminio, etc.

En Santiago se construye entre los años 71 y 72 la Villa San Luis en Las Condes que intentó romper la alta estratificación de la ciudad, siendo habitada por las familias de sus mismos obreros constructores. Tras el Golpe, fueron expulsados y los departamentos reasignados a suboficiales del Ejército y sus familias. En los años 90 los terrenos finalmente fueron enajenados en confusas cirscunstancias, demoliéndose gran parte de los bloques para construir torres corporativas de oficinas y hoteles 5 estrellas dada la alta plusvalía del sector.

Posteriormente y fruto de las políticas económicas implantadas por el régimen militar, las políticas habitacionales cambian su rumbo y su planificación queda en manos del mercado inmobiliario, relegándose el Estado a un rol subsidiario. Paralelamente la imagen arquitectónica corporativa del sector privado conforma un eje donde rápidamente se mezclan lenguajes historicistas, neocoloniales y/o prematuramente posmodernos en por ejemplo edificios comerciales tipo caracol, reflejando el boom económico con dudoso gusto.

Sin embargo, en otras latitudes, el Movimiento Moderno continuó progresiva y expresivamente su desarrollo hasta fines de los 70, e incluso en la Europa Socialista hasta bien entrados los años 80, siendo hoy rescatadas por fotógrafos como Frederic Chaubin, quien encontró en los últimos años construcciones que parecen emerger de una fantasiosa película de ciencia ficción.

No es casualidad que el artista Leonardo Portus haya elegido la famosa canción “Esta será mi Casa cuando me vaya yo”, del autor español Nino Bravo para su exposición. El año 1973, en que muere el cantante, señala el autor, “coincide con el quiebre de las políticas habitacionales estatales en Chile, las que con un fuerte sello modernista construyeron en nuestro país el sueño de la casa propia con la utopías urbanas y estilísticas propias del Movimiento Moderno”.

Leonardo Portus en su exposición desarrolla cinco maquetas de edificios de vivienda social ficticios, 5 planimetrías y alrededor de 17 fotografías de gran formato, que conforman esta exposición en Sala Gasco, abierta gratuitamente al público hasta el 15 de febrero del 2013.

Sala Gasco Arte Contemporáneo

Santo Domingo 1061 (Metro Plaza de Armas)
Santiago.


Hasta el 15 febrero.

Lunes a Viernes de 10:00 a 17:00 hrs.

Entrada Liberada