Con 34 votos a favor, la Sala del Senado aprobó en general y en particular el proyecto que otorga una bonificación por retiro voluntario y una bonificación adicional por antigüedad al personal asistente de la educación.

Con ello, la iniciativa quedó en condiciones de cumplir su tercer trámite en la Cámara de Diputados, la que deberá pronunciarse sobre los cambios que le introdujeron los senadores.

En lo fundamental, el proyecto establece una bonificación por retiro voluntario para el personal que se desempeñe como asistente de la educación, equivalente a 11 meses de remuneración.

Asimismo, concede una bonificación adicional por antigüedad, de cargo fiscal, que va desde las 55,20 UF, si se tiene al menos 15 años de servicio, y hasta 395 UF, si se cuenta con 35 o más años de servicio, por una sola vez. Ambos beneficios son de carácter transitorio. Además, se compatibilizan los plazos de postulación y de renuncia con aquellos establecidos para el llamado bono post laboral.

Durante el debate, los senadores coincidieron en la importancia de aprobar este proyecto, pues hace justicia con uno de los sectores postergados de la educación pública, al mismo tiempo que señalaron que aún se necesita seguir resolviendo demandas y problemas de este sector.

El senador PPD Eugenio Tuma señaló que los asistentes de la educación habían sido marginados en relación con otros sectores públicos que han recibido este tipo de incentivos, y reiteró que el origen del problema que obliga a aprobar estos bonos en el sector público, radica en el sistema de pensiones que generó una merma en las jubilaciones. Por ello, insistió en que se requiere una reforma previsional que garantice seguridad social a los trabajadores.

En tanto, el senador PS Juan Pablo Letelier pidió un estatuto especial que reconozca estabilidad para los asistentes de la educación que se encuentran en una situación precaria, pues dependen de la subvención para su remuneración. Por ello, lamentó que sólo se fije un determinado número de cupos de beneficiarios por año, señalando que ello es discriminatorio, y llamó la atención por un asistente que se encuentra en huelga de hambre en San Fernando en demanda del pago de sus remuneraciones.

A su vez, el senador Carlos Bianchi (IND) valoró la iniciativa pero planteó sus reparos a que sólo se fije un tope de 11 meses como bonificación, pues hay quienes han trabajado 30 años y más, por los que no reciben reconocimiento. Planteó que le hubiese gustado un incentivo al retiro con una tabla distinta y si bien dijo que el proyecto mejora lo que había, aun hay una enorme deuda con este sector.

Por su parte, el senador UDI Gonzalo Uriarte destacó que haya sido en esta administración donde se haya logrado acuerdo con estos trabajadores, recalcando que se han podido crear bonos para el incentivo al retiro voluntario para solucionar los problemas a quienes se pensionan. Agregó que es una contribución tardía, pero muy importante a la justicia social.

Mientras que el senador DC Andrés Zaldívar aseveró que el problema de las bajas tasas de remplazo en las pensiones se originó cuando se obligó a los trabajadores a traspasarse del sistema antiguo al nuevo. En tal sentido, dijo que este proyecto no es más que un analgésico que no soluciona el problema de fondo, que dice relación con el sistema previsional que tiene el país.

Y el senador RN Francisco Chahuán dijo que el trabajo de los asistentes de la educación es una de las tareas esenciales del proceso educativo, y afirmó que se está avanzando en relación al Estatuto y en conversaciones para mejorar las condiciones, entre las que se cuenta este incentivo al retiro. No obstante considerar que el proyecto es un avance importante y relevante, dijo que aún hay temas pendientes como establecer un bono de término de año.