El balance de víctimas del tifón más importante que azotó este año a Filipinas supera los 1.000 muertos y podría agravarse aún más, indicó este domingo el gobierno de ese país.

El tifón Bopha mató a 1.020 personas, principalmente en la isla meridional de Mindanao, donde inundaciones y deslizamientos de terreno causaron importantes daños el 4 de diciembre, indicó el responsable de la defensa civil, Benito Ramos.

Un total de 844 personas siguen desaparecidas, la mitad de ellos pescadores que habían salido al mar antes de que llegara el tifón, indicó Ramos. Se teme que muchos de los dados por desaparecidos estén muertos.

“El balance de muertos seguirá subiendo. Hallamos una gran cantidad de cuerpos ayer, sepultados entre cabañas derrumbadas y escombros”, dijo Ramos a la AFP.