La prominente senadora demócrata Dianne Feinstein dijo que presentará un proyecto de ley, tan pronto como se conforme el nuevo Congreso en enero, para prohibir las armas de asalto, tras la masacre el viernes en una escuela primaria de Connecticut (noreste de Estados Unidos).
“Voy a presentar en el Senado, y el mismo proyecto será introducido en la cámara baja, un proyecto para prohibir las armas de asalto”, dijo la senadora de California a la cadena NBC.
Consultada acerca de si el presidente demócrata, Barack Obama, daría su apoyo a la iniciativa, la legisladora respondió que “creo que lo hará”.
No obstante, para que el proyecto avance en un Congreso dividido, tanto el liderazgo demócrata como el republicano de ambas cámaras debería apoyarlo.
El tiroteo el viernes en la escuela primaria Sandy Hook de Newtown, Connecticut (noreste) dejó 20 niños de 6 y 7 años y seis adultos muertos.
Tras asesinar a su madre en su casa, el atacante se abrió camino a los tiros en la escuela primaria Sandy Hook, dijeron las autoridades.
Según versiones de la policía, el autor de la masacre,identificado como Adam Lanza, de 20 años, utilizó dos pistolas automáticas y un fusil de asalto para perpetrar el ataque.
Los fusiles de asalto son armas muy poderosas que permiten expulsar muchas balas de manera casi instantánea.
Su prohibición había sido votada bajo la administración de Bill Clinton, en los años 90, pero la ley expiró en 2004 bajo el gobierno del republicano George W. Bush.
En Estados Unidos, el derecho a poseer armas está protegido por la segunda enmienda de la Constitución sobre las libertades individuales.
Al respecto, Pedro Segarra, alcalde de Hartford, la capital de Connecticut, indicó que es hora de que Washington ponga freno al “apetito increíble” de los estadounidenses por las armas.
“¿Qué estamos haciendo para alimentar este apetito? No es cualquier cosa”, dijo.
“Realmente necesitamos tener una estrategia más global. La comercialización de la violencia a través de (…) el arte, la música, los videojuegos y todo eso. Realmente necesitamos echar un vistazo más cercano al impacto que está teniendo en nuestra sociedad”.
“Los habitantes de Connecticut son muy partidarios de la desmilitarización de nuestra comunidad y de sacar estas armas de las calles”, declaró a la AFP Segarra, cuyo padre también murió a causa de un arma de fuego cuando él solo tenía un año de edad.
Según cifras oficiales, cerca de dos millones de solitudes de permiso de porte de armas se realizaron solo en noviembre de este año ante la Oficina Federal de Alcohol, Tabaco y Armas de fuego.
Por el contrario, miembros de organizaciones pro-armas entrevistados por varios canales de noticias argumentan que se debe armar a los maestros de las escuelas para evitar hechos como el ocurrido el viernes en Newtown.
La masacre desató un diluvio de llamados para abordar el control de armas, un tema sensible que el presidente Obama evitó durante su primer mandato.
Obama apoyó la restauración de la norma en la carrera presidencial de 2008, pero el asunto no fue una prioridad de su mandato.
Su timidez al respecto ha sido atribuida al recelo de muchos votantes que consideran sagrado su derecho constitucional a poseer armas.