Casi mil presos del principal penal de Costa Rica mantenían, este martes, una huelga de hambre que comenzaron el lunes, para exigir a las autoridades el mismo trato que dispensan a otros internos, confirmó el director del centro, Reinaldo Villalobos.
Villalobos explicó que los amotinados pertenecen a los ámbitos A y B de mínima seguridad del centro penal de La Reforma, a unos 15 km al noroeste de la capital, y se negaron a recibir alimentos la noche del lunes y el desayuno del martes.
Unos 200 agentes de la Policía Civil fueron enviados al lugar para reforzar la seguridad en el interior de las instalaciones, que albergan en total a 3 mil 676 reos.
Los privados reclaman que las autoridades restringen a sus familiares el ingreso de alimentos, pero hacen lo contrario con otros presos, por lo que exigen que esas preferencias deben ser eliminadas.
Según Villalobos, los amotinados del ámbito A depusieron la protesta y aceptaron el almuerzo el martes, pero los restantes mantienen la protesta aunque siguen en negociaciones con las autoridades.