Las autoridades de Polonia anunciaron haber desbaratado un plan para atentar contra las instituciones del Estado por motivos nacionalistas y xenófobos, de forma similar a como hizo Anders Behring Breivik en Noruega el pasado año.

La Agencia Polaca para la Seguridad del Estado anunció este martes que frustró un intento de atentar con explosivos contra el Parlamento y el gobierno polacos, y detuvo a tres personas, entre ellas el cerebro del plan, un hombre “fascinado por Breivik”, según el primer ministro Donald Tusk.

“Ese hombre pretendía detonar cuatro toneladas de explosivos” escondidos en un vehículo, indicó a la prensa el fiscal Mariusz Krason, a cargo de la investigación.

La explosión debía producirse durante una reunión del Parlamento, en presencia del presidente Bronislaw Komorowski y del gobierno, y en la que debía votarse el presupuesto.

“El peligro ha sido real”, hizo valer Artur Wrona, jefe de la fiscalía de Cracovia (sur).

Según la fiscalía, el instigador del proyecto, un hombre de 45 años identificado por la prensa polaca como “Brunon K.”, enseñaba en la Universidad Agrícola de Cracovia y era experto en explosivos. Fue detenido el 9 de noviembre y puesto en prisión preventiva por un plazo de tres meses.

Según el primer ministro Donald Tusk, el sospechoso “no ocultaba su fascinación por Breivik”.

El individuo dijo que había planeado todo por motivos xenófobos, nacionalistas y antisemitas. Según él, “el poder en Polonia lo ejercen extranjeros y no los polacos de verdad”, indicó el fiscal Mariusz Krason.

El noruego Breivik, que decía librar una “cruzada” contra el multiculturalismo, mató a 77 personas el 22 de julio de 2011. Primero hizo estallar un coche bomba junto a la sede del gobierno en Oslo, y luego abrió fuego contra jóvenes laboristas en la cercana isla de Utoya.