El flamante ministro japonés de Justicia, Keishu Tanaka, dimitió este martes tras reconocer antiguos vínculos con el hampa local, los yakuza.

Tanaka, de 74 años, que resistió durante varios días a los llamados para que deje el gobierno, finalmente entregó una carta de renuncia al primer ministro Yoshihiko Noda.

“Noda aceptó la carta de renuncia, a pesar de su decepción”, declaró el portavoz del gobierno, Osamu Fujimura, en una conferencia de prensa.

Fujimura afirmó que Tanaka renunció por razones de salud, pero la prensa japonesa relacionó directamente la partida con los comprometedores vínculos que mantuvo el ahora ex ministro en el pasado con los yakuza.

Keishu Tanaka fue nombrado el 1 de octubre y se vio obligado a reconocer doce días después que frecuentó a los yakuza hace unos treinta años, luego de un artículo publicado en el semanario Shukan Shinsho.

Tanaka confesó entonces que ofició como intermediario en la boda del hijo de un jefe yakuza y que asistió a una velada organizada por un jefe del hampa de Yokohama.

“Si hubiese sabido que esa velada estaba organizada por un miembro del sindicato del crimen, seguramente no hubiera ido”, aseguró negando haber favorecido a miembros del hampa.

Este caso se produce en un mal momento para el gobierno de centroizquierda de Yoshihiko Noda, a quien los sondeos no favorecen para las próximas elecciones legislativas.

La oposición de derecha, liderada por el ex primer ministro Shinzo Abe, pide al jefe de gobierno japonés que disuelva la Cámara de Diputados para organizar elecciones anticipadas lo antes posible. A más tardar las elecciones están previstas para el verano (boreal) 2013.

Noda sólo prometió que organizaría estos comicios “en un futuro cercano”.

Los yakuza no están oficialmente prohibidos en Japón pero, como la mafia italiana o china, están implicados en el tráfico de droga, la prostitución, la extorsión y la corrupción.