La Corte Suprema brasileña comenzó a definir el martes las penas de 25 acusados en un histórico juicio por corrupción política, con un riguroso pedido inicial de casi 12 años de cárcel para el publicista que trabajó para el gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Marcos Valerio.

Los jueces ya decidieron una pena de 11 años y ocho meses de cárcel y multas por cerca de medio millón de dólares para Valerio, acusado de haber utilizado sus empresas para obtener contratos con el Estado y préstamos bancarios para desviar recursos al PT a fin de comprar votos de diputados de la coalición entre 2003 y 2005, en el primer mandato del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010).

El cálculo de la pena se basa en sólo tres de los cinco delitos de los cuales el publicista ha sido declarado culpable. Los jueces cerraron la sesión sin terminar la votación, y la sentencia definitiva sería divulgada el miércoles.

No obstante, el pedido inicial de casi 12 años de prisión en esta primera sentencia parece indicar que serán rigurosas.

El juicio, que se inició el 2 de agosto y se ha extendido por 40 sesiones, ha determinado la responsabilidad de políticos, legisladores, dirigentes históricos del gobernante PT y empresarios en una contabilidad ilegal del partido, que compró apoyo político de la coalición.

La Corte ha declarado culpables a 25 acusados, y absuelto a 12 tras decidir el martes que en los casos de empate de votos, se decidiría en favor de la absolución del reo.

El principal de los 25 condenados es el exministro jefe de gabinete José Dirceu, quien fue la mano derecha de Lula desde su llegada al poder en 2003 hasta que estalló el escándalo en 2005. Dirceu fue considerado por la Corte como el jefe político de esta operación ilegal, y fue declarado culpable de asociación para delinquir y corrupción activa.