El seremi de Agricultura de la Región del Bío Bío, José Manuel Rebolledo, admitió que las plantaciones forestales, especialmente las de eucaliptus, producen efectos negativos en la disponibilidad de agua para los sectores campesinos, razón por la cual llamó a las empresas del rubro a replantear en la densidad de los monocultivos.

Hay que tener presente que organizaciones agrícolas y alcaldes de la provincia de Bío Bío han advertido, en diversos tonos, sobre los efectos negativos que ocasionan las plantaciones de pino y eucaliptus, las cuales han secado pozos y norias.

Ello ha repercutido en las comunidades rurales que ahora enfrentan profundos problemas de sequía, lo cual impide realizar actividades agrícolas, además de tener escasez de agua para el consumo humano, incluso en plena época de invierno.

Según el seremi de Agricultura, José Manuel Rebolledo, hay estudios que corroboran los efectos negativos de las plantaciones forestales, especialmente las de eucaliptus.

Sin embargo, la autoridad regional admitió que legalmente no tienen la posibilidad de limitar la actividad forestal para preservar el recurso hídrico, razón por la cual exhortó a las empresas del rubro a re-pensar en la densidad de las plantaciones.

Según el seremi de Agricultura, la idea es evitar que se produzcan escenarios como los del norte del país, en que la intensidad de los monocultivos frutícolas causó que los árboles debieran ser cortados para preservar el recurso, el cual cada vez es más escaso.