José Bernardo Alzedo, un mulato dominico peruano que vivió largo tiempo en Santiago, llegando a ser Maestro de Capilla de la Catedral de Santiago, autor de la Canción Nacional del Perú y héroe de la gesta independentista, es reconocido con un concierto gratuito que se dará en la Catedral este jueves 25. Asistirá el Embajador de Perú.

La obra de José Bernardo Alzedo (1788 – 1878) estuvo constantemente marcada por la habilidad de este compositor limeño por desplazarse entre diversos ámbitos. Reconocido en su país natal como autor de la Canción Nacional del Perú y héroe de la gesta independentista, casi la mitad de su vida residió en Santiago de Chile, alcanzando un rol central en la vida cultural del siglo XIX, particularmente en el ámbito eclesiástico.

Nació en tiempos coloniales, pero vivió hasta muy entrado el periodo republicano, transitando desde las bandas militares a la Catedral de Santiago, desde la composición de diversas canciones populares en Lima hasta su magisterio como profesor de Canto Llano del Seminario Pontificio Mayor en Santiago.

Músico letrado e ilustrado, representa claramente la conjunción de los ideales filosóficos del siglo XVIII entrelazados con las nuevas nociones de progreso e independencia del XIX, generando una estética musical única que mezcla el sonido orquestal de Rossini con las enseñanzas armónicas de Soler y el estilo vocal y melódico napolitano, tan propagado en América hispana durante los últimos decenios coloniales.

Cabe hacer un pequeño esbozo de su vida, a grandes rasgos: mulato, hijo de esclava libre, pronto fue aceptado entre los monjes dominicos de Lima, donde vivió hasta los tumultos de la independencia. Su himno nacional, así como algunas de sus canciones populares, fueron ganando popularidad en aquellos años, aunque al poco tiempo se radicó en Chile.

Intentó en diversas ocasiones volver y conseguir trabajo en Lima, sin resultado. Desde la década de 1830 trabajó en la Catedral de Santiago, entre otras instituciones, y a fines de 1846 asumió como Maestro de Capilla de la misma, uno de los mejores puestos de trabajo que podía tener un músico de entonces.

Promovió la música orquestal y compuso diversas obras para la liturgia, en particular la de grandes festividades religiosas y cívicas. Durante aquellos años escribió también su Filosofía Elemental de la Música (Lima, 1869), tratado que refleja su visión del arte y sus enormes conocimientos.

En Chile, su música se encuentra en diversos archivos religiosos evidenciando su difusión durante aquel siglo. En 1863 decide volver a Lima, donde se radica el resto de su larga vida, alcanzando reconocimientos y diversos cargos honoríficos.

El programa cierra con la que muchos de sus contemporáneos consideraron su más importante composición, el Miserere Mei Deus. Compuesta durante su primer año como Maestro de Capilla, constituye una demostración de sus talentos ante la sociedad santiaguina y el Cabildo Eclesiástico. Fue interpretada en diversas ocasiones en Santiago y dirigida por el compositor, en más de una ocasión, con gran éxito durante su última década en Lima, demostrando un especial afecto hacia ella que no es posible rastrear con el resto de sus obras.

La forma musical es fragmentada en números independientes, la mayoría de ellos para voces solistas, incluyendo además importantes solos para clarinete (que probablemente fueron interpretados en Chile por su amigo y colega José Zapiola) y trompeta. La armonía es particularmente densa, destacando diversos momentos cromáticos que se van alternando para derivar en el apoteósico final.

Debe entenderse que estas piezas fueron compuestas para uso litúrgico, siendo hoy interpretadas en forma de concierto. Sin embargo, ya el Miserere fue interpretado en conciertos en vida de Alzedo y, sin duda, el gran autor peruano puede hoy ser reconocido, en palabras del gran musicólogo Robert Stevenson, como uno de los compositores más brillantes del siglo XIX latinoamericano.

José Manuel Izquierdo y Vítor Rondón

Estas obras han sido transcritas por José Manuel Izquierdo y Víctor Rondón y editadas gracias al proyecto Alzedo sonando: investigación y edición de una obra sinfónico coral chilena del siglo 19î, FONDART/75081, 2009, mientras que el estudio de su vida, obra y contexto están siendo profundizados con el apoyo del proyecto El músico pardo J. B. Alzedo como clave interpretativa histórico-musicológica de transiciones múltiples: colonia-república, religioso-civil, peruano-chileno, pardo-blanco, FONDECYT 120104, 2012-2013.

PROGRAMA 4

Jueves 25 de octubre/20:00 hrs., Catedral de Santiago, (Plaza de Armas) ENTRADA LIBERADA

XIV CICLO DE MÚSICA ANTIGUA 2012
Jueves 25 de Octubre, 20:00 hrs. Catedral de Santiago, ENTRADA LIBERADA

JOSÉ BERNARDO ALZEDO (1788-1878)

Parte I
De la casa de David. Villancico
Trisagio a la Santísima Trinidad

Parte II
Miserere

Intérpretes: Coro UC
Dirección, Mauricio Cortés

Orquesta UC
Concertino, David Núñez
Tenor, Rodrigo del Pozo
Soprano, Amalia Montero
Bajo, Eduardo Jahnke
Dirección General, Alejandro Reyes

PATROCINIO EMBAJADA DEL PERÚ EN CHILE