El test de pelo, que analiza el consumo de droga, se ha transformado en una herramienta para algunos candidatos en estas elecciones municipales. Pese a su uso político, especialistas señalan que tiene un fuerte impacto en la sociedad.

Comenzó en San Pedro de la Paz, cuando el Movimiento de Transparencia pidió a los candidatos a alcaldes realizarse públicamente el llamado test de pelo, un examen que para muchos se ha transformado en una herramienta de campaña.

Pablo Martinez, doctor en sociología y colaborador de Corbíobio, señala que por los niveles de preocupación que la sociedad demuestra en las encuestas ante temas como drogadicción y consumo de sustancias ilícitas, pueden tener un fuerte impacto al momento de sufragar.

En julio de este año el centro de estudios de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Biobarómetro, realizó una encuesta donde se señalaba que uno de los aspectos que más exigen las personas a los candidatos es la transparencia. Tema que, de acuerdo a Rodrigo Colarte, coordinador del organismo, va vinculado con el examen en cuestión.

Efectivamente ante la pregunta si es o no importante que un candidato se realize el test, la respuesta de la gente es unánime: la drogadición es un problema serio, al igual que la falta de transparencia.

Colarte agregó que existe un vacío legal en el país sobre el tema, porque si bien un alcalde puede ser destituído por consumo o tráfico de drogas, no es obligación someterse a un examen médico antes de asumir como autoridad municipal.