El personal del GOPE de Carabineros logró desactivar una bomba instalada al interior del tercer confesionario de la Catedral Metropolitana de Santiago.

Los sacerdotes encontraron un bidón con 5 litros de combustible más clorato de potasio con un iniciador de timer eléctrico, conectado a una batería y una ampolleta con filamentos al aire para activar el explosivo.

El Labocar llegó hasta el lugar para indagar más detalles respecto a quiénes habrían instalado el artefacto.