”En una sociedad donde amplias clases sociales están descontentas con sus políticos, con el sistema y la economía, son elementos que pueden impulsar las alternativas populistas y, de hecho, es lo que ha ocurrido en otros países”, planteó el profesor José Díaz Nieva, doctor en Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y con un amplio conocimiento de los procesos políticos vividos en Latinoamérica, en una conferencia que dictó en la Universidad San Sebastián.

“Populismo en América y Chile” se tituló la exposición que ofreció el experto, quien planteó que no existe una definición clara del concepto, pues a lo largo de la historia figuras muy distintas han caído en esa categoría. Por ejemplo, solo en Chile se puede mencionar a Arturo Alessandri, Carlos Ibáñez del Campo e incluso Salvador Allende, quienes teniendo características tan diferentes han sido llamados populistas.

Durante su conferencia, dirigida a los alumnos de Ciencias Políticas y Pedagogía en Historia USS, mencionó que los populismos tienen tres aspectos comunes: una figura relevante, con un fuerte liderazgo y que se impone a los partidos; políticas reformistas y un contexto de descontento social. En ese sentido, reconoció que la situación que vive hoy Chile podría impulsar el surgimiento de figuras populistas.

Participación electoral

El profesor José Díaz, autor de varias publicaciones y académico universitario, sostuvo que en Chile la participación electoral es baja y que, con el cambio en la ley que permitirá el sufragio universal y voluntario, no se espera que aumente.

“Habrá que ver cuál es el grado de participación en las nuevas elecciones, en cualquier caso es muy probable que sea bajo, pero no es bajo solo en Chile, sino que en la mayor parte de los países. Dependiendo del tipo de elecciones, puede ser muy baja. Hay un alejamiento de la clase política de las masas populares, ese es el problema; los políticos actuales no responden a los anhelos, intereses de la población, y eso sí que puede dar lugar a populismos, gente que venga con un mensaje diferente o aparentemente innovador”.

Respecto de si un cambio en el sistema electoral elevaría la participación, el profesor Díaz manifestó sus reparos. “Con los sistemas electorales, sea binominal, mayoritario o proporcional, entramos en el juego de los partidos políticos. No creo que cambiar el sistema electoral vaya a traer más o menos electores, lo que podemos establecer es que un cambio en el sistema electoral fracture las coaliciones, dé cabida a un cambio, a otras formaciones políticas o que otras formaciones políticas puedan tener mayor peso”.

Agregó: “No creo que un cambio de binominal a un sistema proporcional implique necesariamente que la gente vaya en masa en votar. Tener un sistema proporcional no implica un mayor cambio en la participación”, concluyó.