El grupo estadounidense Lexmark International, ansioso por mejorar sus margenes, anunció este martes que abandona la fabricación de impresoras de inyección de tinta, lo cual tendrá como consecuencia la supresión de 1.700 puestos de trabajo en el mundo.

Esa cifra representa al 13% del total de sus efectivos.

El grupo con base en Lexington (Kentucky, sur de Estados Unidos), que aspira a centrarse en productos de mayor valor agregado, estima que esta decisión le permitirá economizar unos 95 millones de dólares anuales.