El futuro tratamiento de los derrames cerebrales consistiría en usar pequeñas redes para extraer los coágulos de sangre, que bloquean los vasos sanguíneos, impidiendo el paso del oxígeno, del cerebro de los pacientes.

Dos estudios, publicados en la revista médica The Lancet, sugirieron que la nueva forma de sanar la enfermedad es extrayendo los coágulos con pequeñas redes.

Por su parte, la Asociación para los derrames, organización británica que se dedica a luchar contra los derrames cerebrales, se mostraron muy emocionados ante el potencial del tratamiento.

Hasta el momento, ya existen algunas técnicas para reabrir los vasos sanguíneos en los cerebros. Por ejemplo, algunos pacientes reciben medicamentos para “disolver los coágulos”, pero se deben tomar en horas posteriores al derrame y no son indicados para todas las personas.

Otros métodos para extraer coágulos implican insertar una sonda desde la ingle hasta el cerebro. Ahí, un cable atraviesa el coágulo, formando un espiral que le permite retirarlo. De todos modos, este no es un método rutinario en los médicos.

Dentro de los procedimientos más nuevos, está el de una minúscula caja metálica que se utiliza en vez del espiral, y que empuja el coágulo contra las paredes de la arteria para así, enredarlo en los cables metálicos y sacarlo por la ingle.

En relación a lo anterior, un estudio realizado a 113 pacientes, demostró que el 58% tiene un buen funcionamiento cerebral después de 3 meses y una tasa de muerte más baja, en comparación con el 33% de los que usaron el método del espiral.

Por otra parte, otro estudio, esta vez, realizado en 178 pacientes descubrió que éstos tienen casi el doble de probabilidad de vida de manera independiente después del tratamiento.

Así, Jeffrey Saver, uno de los investigadores, profesor de la Universidad de California, sostuvo a la BBC que estas nuevas técnicas se volverán más comunes, puesto que tienen más probabilidades de retirar coágulos que los medicamentos.

“Las drogas que disuelven los coágulos sólo reabren parcialmente el 40% de las arterias bloqueadas. Estos dispositivos reabren parcialmente entre el 70% y el 90% de grandes arterias bloqueadas. Segundo, estos dispositivos pueden ser usados en pacientes a los que no conviene darles los medicamentos, como pacientes que deben tomar drogas anticoagulantes, pacientes que fueron sometidos a cirugía recientemente, y pacientes que se encuentran a entre 4,5 y 8 horas del comienzo del derrame”.

Por su parte, Clare Walton, constituyente de la Asociación para los derrame, indicó que los medicamentos para disolver los coágulos no son efectivos en todos los pacientes, por lo que las nuevas técnicas pueden ser positivas para muchos casos.

“Los dispositivos para extraer coágulos tienen el potencial de utilizarse con más pacientes y son mejores para remover los coágulos que los medicamentos. Estamos muy emocionados por este nuevo tratamiento potencial y estamos a la espera de más novedades”, señaló.

Finalmente, Philip Gorelick, de la Universidad Estatal de Michigan, afirmó que los estudios son “un gran paso adelante en el tratamiento exitoso del ataque cerebro vascular isquémico agudo, y abren las puertas para nuevas opciones de tratamiento”.

La investigación fue publicada para coincidir con la reunión de la Sociedad Europea de Cardiología, en Múnich, Alemania.