Buenos Aires será sede de la III edición del Festival de Cine 4+1 que organiza la Fundación Mapfre (grupo asegurador español) y que irá en simultáneo con Brasil, Colombia, España y México. El evento cinematográfico se realizará desde el 21 al 25 de noviembre 2012.

Será la tradicional Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín, en pleno centro de la capital trasandina, la sede del Festival de Cine “4+1″. Este año la muestra contará con una nueva “sede on line” que permitirá al público de los cinco países acceder a la totalidad de las películas en concurso, una cuidada selección internacional de cine de autor sin distribución comercial en ninguno de los cinco países en los que se celebra.

Luciano Monteagudo, director de programación de la Sala Lugones, ha expresado que “es un verdadero orgullo albergar al Festival “4+1″, que en apenas dos ediciones ya se ha consolidado como un faro que ilumina y difunde las obras más valiosas del cine contemporáneo”.

Por otra parte, una imagen de Adam Fuss será la imagen institucional del Festival. La imagen (procedente de Ark, una de las series más conocidas de este fotógrafo experimental, que recupera técnicas del siglo XIX para generar un lenguaje visual cargado de metáforas) captura el instante en el que varias gotas impactan en una superficie en calma formando una serie de ondas en el agua.

“La fotografía refleja el espíritu del Festival, ya que con su programación llega al mismo tiempo a públicos de distintos países en un evento que queremos que tenga un efecto enriquecedor sobre la oferta cinematográfica, al igual que las gotas dispersas de Fuss generan ondas que se encuentran”, explica Pablo Jiménez Burillo, Director General del Instituto de Cultura de Fundación Mapfre, quien hace tres años puso en marcha este original proyecto.

Por tercer año, el público de los cinco territorios decidirá con su voto cuál es la película ganadora del Premio del Público “4+1″. Los espectadores del festival valorarán títulos con un amplio recorrido por festivales internacionales, pero que no han logrado aún distribución comercial en estos países.

Ente otros títulos, la Sección Oficial del Festival incluirá filmes como el drama “Le Folie Almayer” (2011), de la veterana directora belga Chantal Akerman; el thriller “Life without Principle” (2011), del beligerante hongkonés Johnnie To, y la comedia “Terri” (2011), del estadounidense Azazel Jacobs, considerado por la reconocida publicación “Cinemascope” uno de los 50 mejores cineastas menores de 50 años.

En el film que dirige, la prestigiosa cineasta Akerman, discípula de Jean-Luc Godard, vuelve al territorio de la ficción con un relato que aísla el aspecto trágico de la novela homónima de Joseph Conrad. Esta abanderada del papel de la mujer en la sociedad, se centra en la ocasión, en la figura masculina de Almayer, un europeo que no conoce Europa, nacido y afincado a orillas de un río en la selva malaya. “Le Folie Almayer”, narra de forma poética la historia de una familia y cómo el colonialismo deja como una de sus secuelas la deshumanización del hombre. Esta cinta se proyectó en los festivales de Venecia, Toronto y el BFI de Londres, entre otros.

Más beligerante, y en línea con la filmografía del especialista en cine policiaco hongkonés Johny To, el thriller económico “Life without Principle”, narra un juego de historias cruzadas donde gánsteres de medio pelo tratarán de sacar partido a la crisis económica que nos asola. El film, una de sus producciones más certeras, es un fiel retrato del mundo que vivimos y, a la vez, una brutal película de acción intimista, que compitió en la Sección Oficial del Festival de Venecia. Además, ha obtenido el Premio de la Crítica y de la Academia de Cine de Hong Kong al Mejor Guión y al Mejor Intérprete -para Ching Wan Lau-, entre otros galardones.

Por último, se destaca la conmovedora comedia “Terri”, de Azazel Jacobs. El cuarto filme de Jacobs, que ha participado en los festivales de Sundance, Locarno y Gijón, se sumerge en el universo de un adolescente y ofrece un conmovedor relato sobre algo tan familiar como sentirse diferente. Alentado por el director del colegio, el joven establece vínculos con otros alumnos de vidas marginales. Con su poesía cotidiana, “Terri” puede entenderse como una relectura compasiva de Freaks de Tod Browning, en la que el sentimiento de fraternidad se impone a la parodia cruel hacia la que se precipitan tantas películas sobre seres inadaptados.