Julian Assange, refugiado desde hace dos meses en la embajada ecuatoriana en Londres, pidió a Estados Unidos que cese la caza de brujas contra Wikileaks y dio las gracias a Ecuador por su “valentía”, en su primera comparecencia pública desde marzo.

El fundador de Wikileaks, elegantemente vestido, pronunció un discurso desde el balcón de la embajada, donde se refugió el pasado 19 de junio, justo por encima de las cabezas de los policías británicos que quieren detenerlo. Si ponía un pie fuera de la legación corría el riesgo de ser detenido.

“Pido al presidente Barack Obama que haga lo correcto; Estados Unidos debe renunciar a su caza de brujas contra WikiLeaks”, espetó el australiano, de 41 años.

Aprovechó para dar las gracias al presidente ecuatoriano Rafael Correa “por la valentía que ha demostrado por tomar en consideración y concederme asilo político”. También tuvo palabras de agradecimiento para sus simpatizantes.

Minutos antes, su abogado defensor, el exjuez español Baltasar Garzón, afirmó que Assange está con ánimo “combativo” y le había pedido “que recurra a la justicia para proteger los derechos de WikiLeaks, los suyos y los de todas las personas que son objeto de una investigación”.

Estas declaraciones ponen de manifiesto que el australiano no tiene intención de rendirse.

Para poder salir de la embajada y viajar a Ecuador, Assange necesita un salvoconducto de las autoridades británicas, que ya han anunciado que no se lo darán.

Este domingo, Garzón especificó que emprenderá una acción judicial sobre “diferentes puntos, en diferentes países, tanto la situación financiera de Wikileaks, los bloqueos injustificados que se han producido, como reivindicar el otorgamiento de un salvoconducto”.

Suecia reclama a Assange por un presunto caso de agresión sexual y violación, que él niega. Teme que se utilice como excusa para extraditarlo a Estados Unidos para que responda de acusaciones de espionaje debido a la difusión en 2010 por WikiLeaks de cientos de miles de cables diplomáticos estadounidenses.

El número 2 de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, aseguró este domingo en declaraciones a la AFP que si Suecia se comprometiera a no extraditarle a Estados Unidos, sería una “buena base para negociar” una salida para Assange.

“Sería una buena base para negociar, una manera de cerrar este asunto, si las autoridades suecas declararan sin ninguna reserva que Julian (Assange) nunca será extraditado de Suecia a Estados Unidos”, indicó el portavoz.

“Puedo asegurarle que él (Assange) ha querido responder a las preguntas del fiscal sueco desde hace mucho tiempo, desde hace casi dos años”, añadió Hrafnsson.

Suecia reaccionó rápidamente: “El sospechoso no tiene el privilegio de dictar sus condiciones”. “Si WikiLeaks quiere dar un mensaje de este tipo, deben hacerlo con nosotros directamente, de manera convencional”, dijo un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores.

“En el estado actual de las cosas, no podemos decir lo que vamos a hacer”, sostuvo, aunque aseguró que “no extraditamos a nadie si corre el riesgo de (ser condenado a) pena de muerte”.

Frente a la embajada ecuatoriana, había cerca de medio centenar de simpatizantes de Assange, algunos con las máscaras del movimiento Anonymous, cantando y coreando eslóganes en contra de las autoridades británicas.

Medio centenar de policías flanqueaban el edificio ante el que aguardaban unos 300 periodistas.

El sábado en Guayaquil (Ecuador), los cancilleres y representantes de Estados del ALBA, integrado entre otros por Cuba, Venezuela y Nicaragua, respaldaron al gobierno de Correa que denunció que el Reino Unido le amenazó con ingresar a su embajada en Londres para detener a Assange.

También en Guayaquil, está prevista este domingo una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), mientras que la Organización de Estados Americanos (OEA) ha convocado una reunión para el 24 de agosto en Washington.