Elegir entre su fe o estar en la mejor forma para afrontar la competición, los 3.500 deportistas musulmanes que participan en los Juegos viven al mismo tiempo dos citas importantes, el mes del Ramadán y la cita Olímpica de Londres, que comienza el viernes.

Por primera vez desde Moscú-1980, las fechas de los Juegos Olímpicos coinciden con el Ramadán, uno de los cinco pilares del Islam, que se inició el 20 de julio.

Las protestas de muchos países musulmanes para que se movieran las fechas de los Juegos de Londres no fueron tenidas en cuenta por el comité organizador ni por el COI, por lo que la competición olímpica representa un reto físico y espiritual de gran envergadura para los deportistas de estas naciones.

Según la tradición, los musulmanes no pueden beber ni comer desde que sale el sol hasta que se pone, práctica difícil de aceptar para los atletas que se preparan al más alto nivel.

Los 72 miembros de la delegación marroquí han recibido un permiso especial para no cumplir el Ramadán durante los Juegos.

Abdel Haq Achic, entrenador del equipo de boxeo marroquí, considera que su deporte es “muy difícil de compaginar con el ayuno porque se organizan dos entrenamientos cada día”.

“Después de una reunión de tres horas con los atletas, se decidió no ayunar, pero la decisión fue difícil porque hay muchos musulmanes practicantes, pero no hay otra opción si se quiere optar a medalla”, añadió Haq Achic sobre el dilema al que se han enfrentado con motivo de la coincidencia.

Una excepción dentro de la delegación marroquí ha sido la selección de fútbol, que ha decidido realizar el ayuno del Ramadán.

“Debemos ayunar porque es una obligación y porque Dios nos ayudará durante los Juegos”, señaló el portero Yassin Bunu, que se va a incorporar al Atlético de Madrid.

Además de Marruecos; Argelia, Egipto, Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Malasia también han permitido a sus atletas no realizar el ayuno, pero muchas veces la conciencia individual es la que predomina en la decisión de cada deportista.

“Nuestros atletas quieren participar en los Juegos por el nombre de nuestro país, pero cuando puedan ayunar, regresarán a Malasia”, señaló Harusani Zakaria, mufti del estado malasio de Perak.

“Unos ayunan otros no, cada uno elige lo que le sea mejor”, simplificó Hasan Rifat, jefe de la delegación de Emiratos Árabes Unidos.

“Intenté hacer el ayuno después de llegar a Londres pero inmediatamente me di cuenta de que sería muy, muy difícil para mí participando en una prueba en la que necesitas mucha energía”, señaló Methkal Abu Drais, jordano que participará en el maratón.

Por último, hay atletas que buscan conciliar su religión con el espíritu olímpico y recuerdan que lo importante es participar.

“Hay pocas opciones de que ganemos una medalla y el ayuno es una prioridad para nosotros”, dejó claro el nigeriano Hamadu Yibuti Isaka, que competirá en remo.