El violento incendio forestal que desde el domingo arrasó unas 14.000 hectáreas en el noreste de España, cerca de la frontera con Francia, y causó cuatro muertos, está en fase de control, anunció el martes por la noche el consejero catalán de Interior, Felip Puig.

“La buena noticia es que tenemos el incendio de La Jonquera ya en fase de control”, declaró el responsable de Interior del gobierno autónomo catalán. “Es decir hemos empezado ya el proceso de extinción”, precisó.

“Vamos a trabajar aún dos o tres días, pero en estos momentos el perímetro está estabilizado”, agregó, esperando que el fuego esté controlado a última hora del miércoles y extingido antes del fin de semana.

La lucha contra las llamas se benefició el martes de condiciones meteorológicas más favorables, un aire más húmedo y menor viento. Durante la jornada, las espectaculares llamas de varios metros de los últimos días ya habían desaparecido y en el cielo de la regón sólo se veía humo.

El fuego se inició el domingo cerca de la frontera franco-española antes de propagarse hacia el sur, a la ciudad de La Jonquera y a 17 municipios de la comarca catalana del Alt Empordà, que se transformó en un brasero gigante.

Avivado por un muy fuerte viento del noroeste, el fuego creció rapidamente hacia el sur, hasta que el lunes amainó y detuvo su avance destructor.

Tres personas murieron el domingo: un español de 75 años que sucumbió a una crisis cardíaca al ver que las llamas rodeaban su vivienda y dos franceses, un hombre y su hija de 15 años, que se arrojaron al Mediterráneo desde un acantilado escapando aterrorizados de las llamas, en la localidad costera de Port Bou.

Seis heridos seguían hospitalizados el martes y centenares de personas habían sido evacuadas.

Los incendios forestales fueron especialmente numerosos este año en España, que vivió su invierno más seco en siete décadas. El más devastador hasta ahora destruyó a inicios de julio unas 50.000 hectáreas de vegetación en la región de Valencia (este).