250 trabajadores de Quillón, Bulnes y Ránquil quedarían sin transporte para trasladarse hasta la planta Camanchaca de Tomé. Se trata de hombres y mujeres damnificados con los incendios forestales de enero, quienes fueron capacitados y contratados por la empresa tomecina.

El 80% de estas personas es de Quillón y el resto pertenece a las comunas de Bulnes y Ránquil. En febrero perdieron su empleo cuando uno de los grandes incendios que afectó a la provincia de Ñuble arrasó con la Planta de Paneles Arauco.

Pasados unos meses, Camanchaca, procesadora de salmones ubicada en Tomé, ofreció capacitación, empleo y hasta transporte para los 250 trabajadores, entre ellos 56 mujeres. Pero el compromiso de traslado cubrirá un máximo de 3 meses, provocando la preocupación de los alcaldes.

Jaime Catalán, alcalde de Quillón, explicó que tras la insistencia de los trabajadores, junto a sus dos pares y apoyados por consejeros y parlamentarios, postularon a un proyecto para que el Gobierno Regional financie la compra de vehículos para los trabajadores.

Pese a esto, continúan los problemas, porque por un lado, los municipios aseguran no contar con presupuesto para costear combustible, peajes y choferes; y por otro, desconocen si la norma legal permitiría el traslado con recursos públicos a trabajadores que prestarán servicios a un privado.

En ausencia del Intendente, el seremi de Gobierno Óscar Aliaga respondió que en el diseño de los proyectos los jefes comunales tienen que incluir el uso que le darán a los vehículos y hacerse cargo de los gastos que podrían generar.

El alcalde de Quillón insistió en la necesidad de dar solución a estos trabajadores, quienes tras verse fuertemente afectados con los incendios, encontraron en Camanchaca un sueldo que superaría los 250 mil pesos mensuales.