Carismática e imprevisible, la nadadora italiana Federica Pellegrini promete llevar a Londres no solo el talento que le permitió trepar a la cima, sino también una cuota de glamour y melodrama que darán un sabor especial a su participación olímpica.

“Soy una criatura de agua dulce. Con el agua yo te hablo”, dice la seductora Federica, actual plusmarquista en los 200m y 400 m libres y abonada a las revistas del corazón por su relaciones amorosas dentro del equipo italiano (su novio actual es el nadador Filippo Magnini, también clasificado para Londres).

Pellegrini, que cumplirá 24 años en pleno desarrollo de los Juegos (el 5 de agosto), buscará revalidar su título olímpico de Pekin-2008 en los 200m libres y alcanzar una medalla en los 400m, que le habían sido esquivos en aquella oportunidad (5º).

Primera campeona olímpica de su país en natación, única nadadora italiana que ha establecido dos records mundiales, Federica (1,77 metros de altura y 59 kilos) es oriunda de Mirano (Venecia, noreste), aunque vive actualmente en Verona.

Londres-2012 serán sus terceros Juegos: en Atenas-2004, con apenas 16 años, se había convertido en la atleta italiana más joven en obtener una medalla individual (plata en 200m libres).

Federica llega a la cita tras haber ganado las medallas de oro en los 200m libres individual y relevos 4x200m libres en el Campeonato Europeo en Debrecen (Hungría), donde también se llevó el bronce en 4x100m libres.

Sin embargo, la competencia europea le dejó un sabor amargo, ya que sorpresivamente no llegó a las finales de su otra especialidad, los 400m libres.

Un año antes, en el Mundial de Shanghai-2011, había ganado las pruebas de 200m y 400m libres antes dos de quienes serán sus grandes rivales en Londres, la francesa Camille Muffat y la británica Rebecca Adlington.

En Londres, las aspiraciones olímpicas de la joven que dice haber empezado a nadar antes de saber caminar van a depender en gran parte de su volátil estado de ánimo.

Es que su fragilidad emocional le suele jugar malas pasadas. En el reciente Europeo, Pellegrini vinculó su fracaso en los 400m libres a un problema en una pierna. Sin embargo, los exámenes médicos posteriores no mostraron lesión alguna.

Al menos, la rebelde italiana parece algo más asentada sentimentalmente, tras el escándalo amoroso de la que fuese protagonista con otro nadador italiano, Luca Marin, también vinculado con la francesa Laure Manadou.

La figura de su actual novio Filippo Magnini, de 30 años, ha cobrado gran importancia para ella, en particular luego de la muerte en 2009 de su entrenador Alberto Castagnetti, una pérdida que la había golpeado con dureza.

A la espera de la hora de la verdad en el Centro Acuático de Londres, las revistas de chimentos ya tienen al menos con qué empezar, luego de las declaraciones de su novio asegurando que no tendrán sexo durante los Juegos.

“Hay atletas que incluso tienen sexo la noche anterior (a una competición), pero yo soy más prudente”, dijo recientemente Magnini, con quien ya lleva dos años y que aspira a ganar una medalla.

Michiel Jelijs en Flickr

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