Las estrellas de la NBA salen desde hace 20 años a contrastar su talento con los demás en los Juegos Olímpicos y sólo una vez les quitaron el oro -Argentina en Atenas-2004. En Londres-2012 sus dos enemigos serán España y la baja de hombres altos muy importantes.

Estados Unidos se presenta en Londres con las bajas por lesión de Dwight Howard, Chris Bosh, Derrick Rose, Blake Griffin y Dwayne Wade, cinco nombres mayúsculos de la liga estadounidense.

Las bajas de Howard y Bosh -los dos de 2,11 metros- son especialmente peligrosas porque le dejan con un sólo pivot puro, Tyson Chandler, y consecuentemente con un poderío limitado en el juego interior, ahí precisamente donde brilla su principal rival, España, con los hermanos Pau y Marc Gasol y Serge Ibaka, el mejor taponeador de la NBA en la temporada 2011-2012.

En contrapartida, acuden con un LeBron James finalmente consagrado como campeón de la NBA con los Miami Heat tras nueve temporadas de promesas aplazadas y un Kobe Bryant que, a los 34 años, sigue infundiendo un enorme respeto a los rivales.

El combinado estadounidense reúne a algunos de los mejores que ganaron la medalla de oro en Pekín-2008 y a los que ganaron el Mundial de 2010.

El entrenador estadounidense, Mike Krzyzewski, apuesta a la experiencia y versatilidad de los suyos para superar las limitaciones.

“Si alguien hubiera proyectado los 12 nombres” del equipo “seis o nueve meses atrás, hubieran tenido un aspecto diferente”, admitió, pero “nos sentimos muy fuertes con el grupo que tenemos, es un grupo muy versátil y atlético”.

“Nuestro equipo tiene un excelente físico y madurez”, sentenció.

En principio debería bastar para lograr la quinta medalla de oro en seis Juegos Olímpicos desde que los profesionales tomaron el lugar de los jugadores universitarios en Barcelona-1992 con aquel “Dream Team” de Magic Johnson y Larry Bird.

“Los muchachos están definitivamente excitados con esta oportunidad”, explicó Carmelo Anthony, de los New York Knicks, medalla de oro en Pekín. “Todavía tenemos a la mayoría del núcleo de aquel equipo (2008)” además de “un montón de talento joven que puede encajar”.

Tres selecciones aparecen como lás únicas capaces de incomodar a Estados Unidos. En primer lugar, España -plata en Pekín y campeona del mundo en 2010-, y más lejos Argentina -oro en Atenas-2004 y bronce en Pekín-2008- y Francia -plata en Sídney-2000-, plagadas de jugadores que están o que pasaron por la NBA.

Australia, Brasil, China, Gran Bretaña, Túnez, Rusia, Lituania y Nigeria completan la lista de participantes en el torneo, que arranca el 29 de julio y concluye el 12 de agosto.

“España es un candidato legítimo a la medalla de oro. Sinceramente, creo que es el único equipo que tiene posibilidades de ganarnos. España es la única que me preocupa. Los otros equipos son simplemente buenos”, explicó el pivot retirado Charles Barkley, medallista de oro en 1992, en una entrevista al diario español El País.

La salida a Juegos Olímpicos y Mundiales de los profesionales estadounidenses acabó por fortalecer indirectamente a sus rivales. Aquellos que sobresalían tenían un hueco en la NBA, como el croata Toni Kukoc, que llegó al Chicago Bulls tras la final de Barcelona-1992 o los españoles Rudy Fernández y Marc Gasol, que dieron el salto tras Pekín-2008.

Si en 1992 la liga profesional estadounidense tenía 21 jugadores extranjeros, en la temporada 2011-2012 esa cifra se había multiplicado por tres.

El escolta argentino Emanuel “Manu” Ginóbili, argentino, y el base Tony Parker, francés -cuya presencia en Londres peligró por una herida en el ojo sufrida al verse en medio de una pelea en un bar-, ambos de los San Antonio Spurs, llegan a Londres con tres “anillos” de la NBA cada uno, y el ala-pivot español Pau Gasol, de Los Angeles Lakers, con dos.

Son figuras excepcionales en sus países pero ya no son pioneros solitarios. A ellos les siguieron otros que ya están curtidos en el vértigo de la NBA, como el ala-pivot argentino de los Houston Rockets Luis Alberto Scola, el español Serge Ibaka, de los Oklahoma Thunder, o el propio hermano de Gasol, el pivot Marc, puntal de los Memphis Grizzlies.

“No hay nadie imbatible. Aunque un equipo sobre el papel sea superior, a un equipo le puede salir un buen partido y al otro no le salga nada. Hay circunstancias que pueden decantar la balanza hacia un lado u otro. Somos ambiciosos y, si tenemos la portunidad, daremos el máximo, no sólo contra Estados Unidos”, explicó Pau Gasol.

Para Ginóbili, “el objetivo es tratar de subir al podio nuevamente, como ya lo hicimos en los últimos dos Juegos Olímpicos”.

“Sabemos lo difícil que es, pero en la cancha somos cinco contra cinco. Nosotros tenemos mucha experiencia, trataremos de jugar muy bien y muy juntos para lograr el objetivo”, sentenció.

En cuanto al torneo femenino, más de lo mismo: las estadounidenses, comandadas por Diana Taurasi -padre italiano y madre argentina-, han logrado las últimas cuatro medallas de oro, tres de ellas ante Australia, cuya presencia en la final es de nuevo probable en Londres.