El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, reiteró este martes en una rueda de prensa que no tiene ninguna razón para renunciar a su puesto, a pesar de las nuevas revelaciones de un escándalo de corrupción que amenaza con finiquitar la credibilidad del organismo.

“No es suficiente que alguien en la prensa pida mi dimisión, si alguien quiere que me retire que presente una solicitud al Congreso (que reúne a todas las federaciones que componen la FIFA). Si no me quieren más, me iría sin discusión. Pero recuerdo que fui elegido por el Congreso”, señaló el presidente.

La FIFA se vio sacudida la semana pasada por la revelación de que el expresidente del organismo, el brasileño Joao Havelange, antecesor de Blatter, recibió sobornos por parte de la empresa ISL, que comercializaba los derechos de la mayor instancia del balompié mundial, según documentos dados a conocer por la justicia suiza.

Havelange recibió 1,5 millones de francos suizos en 1997 por parte de la sociedad International Sport and Leisure (ISL), mientras que el expresidente de la federación brasileña, Ricardo Teixeira, se embolsó 12,74 millones de la divisa helvética también procedentes de la ISL.

Esta empresa de mercadotecnia quebró en el año 2001 con deudas que alcanzaban a los 300 millones de dólares.

Estos sobornos fueron divulgados por el Supremo Tribunal de Justicia de Suiza, de acuerdo a documentos archivados, y publicados por la BBC británica el pasado miércoles.

“No era consciente de estos sobornos”, insistió el suizo Blatter a los periodistas después de una reunión del comité ejecutivo de la FIFA.

Interrogado por el destino de su predecesor, Havelange, que tiene 96 años, el actual presidente declaró que su situación no había sido tratada en la reunión.

“Este caso (en Alemania piden que le sea retirada a Havelange la presidencia de honor de la FIFA) concierne al Congreso”, señaló Blatter esquivando la polémica.

El presidente de la FIFA recibió el apoyo de Theo Zwanziger, ex presidente de la Federación Alemana de Fútbol y miembro del comité ejecutivo del organismo, que señaló que “los acusados en el caso (ISL) eran Teixeira y Havelange”.

Varis líderes políticos alemanas habían reclamado el martes que Blatter fuera privado de la Orden de Mérito, el más alto honor del país, por su actitud en el caso ISL.

Blatter había comentado que los pagos no violaron la ley en vigor en el momento en el que se hicieron, lo que provocó fuertes reacciones en el fútbol alemán.

“Hay evidencias de que Blatter es parte de la corrupción endémica de la FIFA por lo tanto debemos retirarle la Orden Alemana del Mérito”, señaló el diputado de los Verdes Europeos Reinhard Butikofer al diario Die Welt.

La FIFA aprobó este martes un nuevo código ético en el que, principalmente, no habrá plazo de prescripción para los asuntos de corrupción.